La señora Luz Elena Sandoval de 64 años, relata que fue desalojada de su casa por presunto fraude por parte de una prestadora quien la engañó para que le firmara unos papeles con la intención de robar la firma y endeudarse con un préstamo de 100 mil pesos.
Luz Elena mencionó que fue desalojada junto a sus dos hijas y nietos pequeños de 5 meses, 1 año y 8 años, de su domicilio ubicado en la calle Cuauhtémoc número 98, colonia Revolución.
Según las afectadas, Graciela M. la persona señalada como prestadora era amiga de la familia y otorgaba préstamos no mayores a 500 pesos, incluso, Luz Elena le ayudaba a cobrarlos de vez en cuando, para aligerar la carga a su amiga.
Luego de que se intentara realizar el primer desalojo el día 4 de noviembre, la afectada comenzó a buscar abogados y los papeles de su domicilio, los cuales estaban a su nombre y parecía que todo estaba en orden, no obstante, una vez que llevó su papelería al registro público de la propiedad, se dio cuenta de que su casa estaba en un trámite de reestructuración.
“Yo no iba a venderle mi casa, y ahora ellos quieren venderme esa propiedad, su licenciado quiere negociar conmigo, pero quieren 600 mil pesos, ¿de donde voy a sacar ese dinero?” dijo Luz Elena.
Comentó que probablemente esto había sido planeado desde el 2012, ya que cuando asistió a la tesorería municipal, ya no le habían dejado pagar el predial a su nombre, lo que le causó curiosidad pero no investigó más a fondo.
De igual forma, dijo que no es la primera vez que la señora Graciela comete este tipo de fraudes, ya que incluso terminó en previas debido a que trató de embargar el auto a una señora por falta de pago, sin contar con que la señora tenía el comprobante firmado de que había liquidado su préstamo.
Policía Municipal acudió a la vivienda y sacó a la familia del domicilio, sacando sus muebles y pertenencias.
“Nos estrujaron mucho, nos golpearon con una puerta, a mi hija le lastimaron el cuello y los policías a mí me quisieron esposar” señaló la señora Sandoval.
Hasta el momento, la señora Sandoval no tiene donde quedarse, y comentó que incluso sus electrodomésticos y algunas pertenencias de sus nietos se quedaron al interior de su antiguo domicilio, donde ya no quieren abrirles la puerta ni entregarles lo restante.