Un total de 303 casos nuevos en niñas y niños con desnutrición se han detectado en lo que va del año en la zona serrana de la entidad, informó la dirección médica de la Secretaría de Salud.
A la fecha se han otorgado 4 mil 578 atenciones a niñas y niños que presentan algún grado de desnutrición.
La desnutrición en la Sierra Tarahumara es un problema grave persistente. Es una zona donde reside mayormente población rarámuri, la cual enfrenta muchas dificultades para acceder a una alimentación suficiente y nutritiva.
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La condiciones geográficas, socioeconómicas y de acceso limitado a servicios de salud han contribuido a altas tasas de desnutrición.
El municipio de Guadalupe y Calvo es el que mayor índice de desnutrición presenta, sin embargo los municipios serranos con alta marginación y con población indígena son los más afectados.
De acuerdo a los registros de la Secretaría de Salud, se han atendido 59 casos a nivel hospitalario debido a su gravedad, de éstos 10 se encuentran bajo tratamiento y seguimiento médico.
Cada niña o niño que son diagnosticados con desnutrición, son atendidos a través del programa de nutrición, a la par se brinda capacitación a la madre de familia sobre los signos y factores de riesgo que se detectaron. El núcleo familiar también recibe orientación alimentaria de acuerdo a la edad. Todos forman parte del monitoreo periódico que se brinda por parte de la Secretaría de Salud de acuerdo al grado de desnutrición.
Los casos de desnutrición grave reciben su tratamiento en el segundo nivel de atención, es decir, hospitalizados hasta mejorar su estado nutricional, al ser dado de alta se refiere a la unidad de salud para incorporarlo al programa nutricional.
Por su parte, la doctora Leticia Ruiz González, la Dirección de Prevención y Control de Enfermedades informó que han emprendido acciones para la detección y atención a las niñas y niños con diagnóstico de desnutrición en la región serrana.
En el abordaje de los casos de desnutrición en los menores de 5 años, participan diferentes dependencias estatales y municipales, como parte de los acuerdos establecidos en la Mesa Interinstitucional de Comunidades Prioritarias del Municipio de Guadalupe y Calvo.
La doctora informó que desde el 25 de septiembre se establecieron las capacitaciones para el personal educativo en varias localidades de la región serrana, entre las comunidades está la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo, Baborigame y Turuachi.
En el mes de octubre también se capacitó al personal educativo de la comunidad de El Vergel en Balleza y se continuó en Baborigame.
Se explicó que esta estrategia busca contar con un mayor número de personas que coadyuven en la detección oportuna de casos, sobre todo en la zona de difícil acceso donde se cuenta con población vulnerable.
La desnutrición en niñas y niños puede tener graves consecuencias para el desarrollo y la salud. Entre ellas se encuentra el retraso en el crecimiento lo que repercute en una baja estatura y menor peso para su edad. Retraso en el desarrollo cognitivo.
Los pequeños también pueden presentar debilidad y fatiga, lo que afecta su capacidad para participar en actividades diarias y aprender.
Son sumamente vulnerables a enfermarse y desarrollar infecciones graves; pueden desarrollar problemas emocionales como la depresión y la ansiedad. Ante ello es necesario brindar una atención médica para prevenir las graves consecuencias.