La Secretaría de Seguridad Pública del Estado despidió con profundo pesar al oficial de custodia Antonio Solís Lizalde, quien, tras una valiente lucha contra una enfermedad, dejó un vacío irreparable en la institución.
El agente que perdió la vida en días pasados, fue conocido cariñosamente como "El Coman Solís", fue un ejemplo de dedicación y profesionalismo a lo largo de sus 24 años de servicio en el Sistema Penitenciario Centinela.
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Desde sus inicios, Antonio Solís se destacó por su compromiso y ética laboral. Durante su extensa carrera, desempeñó una variedad de roles que abarcaron funciones operativas y administrativas.
Su capacidad para adaptarse y sobresalir en diferentes tareas le permitió asumir responsabilidades de coordinación en varios centros penitenciarios del estado, donde dejó una huella imborrable.
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La batalla contra su enfermedad fue dura, pero Solís nunca dejó que esto mermara su espíritu ni su dedicación al trabajo. Su legado es uno de integridad y servicio, y su impacto positivo en la vida de sus colegas y en la sociedad es un testimonio de su carácter excepcional.
La comunidad de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado siente profundamente la pérdida de Antonio Solís, pues asegura que su partida deja un vacío no solo en el ámbito profesional, sino también en el personal, donde su calidez humana y su disposición para ayudar siempre fueron apreciadas.
La Familia Centinela extiendó sus más sinceras condolencias a los familiares y amigos de Antonio Solís Lizalde en estos momentos de dolor. Su memoria y su ejemplo de vida seguirán vivos en cada uno de los que tuvieron el honor de conocerlo y trabajar a su lado.
El legado de Antonio Solís Lizalde es una inspiración para todos aquellos que sirven en el Sistema Penitenciario Centinela. Su vida y carrera son un recordatorio del valor del compromiso y el sacrificio en la búsqueda de una sociedad más justa y segura. Descanse en paz, Coman Solís.
