Los cementerios municipales que se ubican en la colonia San Jorge se encuentran en deplorables condiciones, las cruces y los barandales de las tumbas fueron arrancadas por delincuentes y la hierba cubre las lápidas.
En la zona cuatro cuadrillas del municipio, en total 15 empleados, trabajan en la limpieza del camposanto para que puedan estar listos para el Día de los Fieles Difuntos, pero los destrozos son considerables.
En el cementerio municipal 1 y municipal 2 la maleza cubre la mayoría de las tumbas, el más afectado es el municipal 2 donde la hierba alcanza más de un metro.
Los vecinos del sector señalaron que con las lluvias del mes pasado la barda del panteón municipal 1 sucumbió y en reiteradas ocasiones han pedido que se repare pero la respuesta es que no tienen dinero. La falta de vigilancia y barda han ocasionado que los robos de cruces, barandales y lápidas sea descarado.
A un costado de las oficinas del cementerio se encuentran varios montones de cruces que han sido arrancadas por los malandros que ingresan al camposanto, quienes además arrancan los barandales y los van acumulando para venderlos al fierro viejo y costear sus vicios.
“Hay muchas cruces que les arrancaron a las tumbas, algunas han podido ser recuperadas”, dijo una de las personas en el camposanto, quien señaló que a pesar de que se denuncia a la policía municipal y en ocasiones atrapan a los ladrones, los sueltan calles más adelante.
El arroyo atraviesa por el panteón, donde termina las rejas ya fueron arrancadas y la gente también ingresa por ese lado. “Los malandros llevan los costales atacados de pedacería, porque primero arrancan las cruces, luego vienen a trozarlo para llevárselo”, relató la mujer.
Las cruces y barandales que recuperan los van apilando para que las personas puedan reclamarlos. Son alrededor de 200 cruces y santos que se tienen en resguardo.
Las cuadrillas iniciaron con los trabajos de limpieza, pero han avanzado muy poco en el Municipal 1 debido a que la maleza está muy crecida. En el Municipal 2 la hierba está más crecida pero en ese aún no empiezan a trabajar.
Los deudos se quejan de las malas condiciones en las que se encuentran los cementerios, pues hasta las techumbres de las tumbas han arrancado.