Que la cuaresma sea el camino de conversión, de arrepentimiento auténtico y penitencia viva, exhortó el jerarca de la iglesia católica a la comunidad, y los invito a reconocer sus pecados para vivir contentos viviendo en el amor, la justicia y la paz.
En este tercer domingo de Cuaresma la palabra hable de la necesidad de convertirse, la necesidad de volverse a Dios, para alentarlos a la conversión las lecturas hablan de la esperanza y la necesidad de dar frutos.
En el evangelio según San a Lucas se reflexionó sobre la parábola de la higuera que no da frutos, “Señor déjala todavía este año, voy a aflorar la tierra alrededor y echarle abono a ver si da fruto”.
El arzobispo de Chihuahua, Don Constancio Miranda Weckmann dijo que Dios nos hace un llamado al arrepentimiento y reconversión, pues agregó cada uno es como la higuera a la que se le ofreció la última oportunidad.
Exhortó a los feligreses a hacer un cambio en la vida, enderezarla a los planes de Dios y lo primero es no tener resistencia al cambio. “El Señor le llama ceguera ano querer ver la necesidad de cambio para salir de la vida cómoda, la hipocresía y la autosuficiencia”
A la vez los invitó a ver en qué actitudes cuesta más cambiar y porque se resisten a ello. Recomendó acogerse a la Santísima Virgen María para poder seguir los planes que Dios tiene para cada persona.
Se recordó que este domingo es el Día del Seminario por lo que el Señor mantenga el deseo de servir y el espíritu misionero.