La diputada federal Graciela Ortiz González se pronunció enérgicamente en contra de la propuesta de reforma que busca militarizar la Guardia Nacional y colocarla bajo el control de las Fuerzas Armadas, calificándola como una amenaza directa a los principios democráticos y federales de México. "Esta reforma es un retroceso democrático", afirmó.
Durante su intervención en el Pleno de la Cámara de Diputados, Ortiz González argumentó que esta medida centraliza la seguridad pública en manos del Poder Ejecutivo federal, debilitando las capacidades locales y socavando la autonomía de los gobiernos estatales y municipales.
Señaló que la propuesta viola los artículos 40, 41, 115 y 124 de la Constitución, lo que afecta la estructura del federalismo y la separación de poderes. Además, advirtió que esta subordinación también afectaría la labor del Ministerio Público, así como las funciones de las policías estatales y municipales.
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La legisladora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) destacó que uno de los mayores logros de la transición democrática en México ha sido la creación de instituciones independientes y fuertes, que actúan como contrapeso al poder central.
Al militarizar la Guardia Nacional, dijo, se corre el riesgo de desmantelar estos avances y concentrar la seguridad bajo control militar, lo que podría derivar en un uso autoritario del poder.
Ortiz también alertó sobre los peligros históricos del control militar en regímenes autoritarios, mencionando ejemplos como Venezuela, donde la intervención de las fuerzas armadas no trajo paz ni justicia, sino represión y violaciones a los derechos humanos.
En cuanto a la situación de la seguridad en México, la diputada criticó la eliminación del programa FORTASEG en 2020, afirmando que esto debilitó la seguridad local al dejar sin recursos a los municipios y estados para fortalecer sus policías.
Señaló que esta nueva reforma no sólo afecta la seguridad pública, sino que representa un golpe al pacto federal del país.
Ortiz concluyó su intervención advirtiendo que esta reforma pone en riesgo las libertades fundamentales de los mexicanos y que no debe permitirse su avance. "¡México merece un futuro de libertades, no de dictaduras!", sentenció.