El jefe de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano Seguro Social en Chihuahua, José Daniel Figueroa Alonzo, informó que el 65 por ciento del cuerpo humano está constituido por agua, pero con el paso de los años, el porcentaje disminuye hasta un 45 por ciento, lo que pone en riesgo la salud de las personas al llegar a la etapa de vejez.
El doctor Figueroa Alonzo señaló que por ello, es indispensable que las personas adultas mayores se hidraten adecuadamente, pues son más vulnerables a presentar deshidratación.
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Explicó que el porcentaje de agua en el organismo se reduce por distintas causas, a niveles entre 55 y hasta 45 por ciento, por lo que destacó: "es importante que las personas mayores, consuman agua natural en cantidad suficiente".
Añadió que: "no cumplir la cantidad óptima de líquido, se asocia con una serie de trastornos hidroelectrolíticos, que pueden ocasionar problemas del corazón, alteraciones neurológicas, o renales".
También se asocia a síntomas de confusión aguda, caídas y estreñimiento, mismo que provoca un mal funcionamiento del organismo de manera generalizada, que incluso puede ocasionar la muerte, advirtió.
Por lo tanto, el jefe de Prestaciones Médicas del IMSS en Chihuahua, recomendó seguir algunas recomendaciones para generar el hábito de mantener una correcta hidratación.
Por ejemplo, dar tragos pequeños del líquido, aunque no se tenga sed a lo largo del día, ya que durante el día se pierde agua a través del sudor, la orina, e incluso la respiración.
Otra recomendación es acompañar la toma de medicamentos con al menos 180 ml de agua.
Para dar algo de sabor al agua natural, se le pueden agregar gotas de jugo de limón, rodajas de pepino y frutas.
"Esto no sólo añadirá nutrientes, sino que mejorará el estado de salud y será más fácil tomarla", apuntó.
También recomendó consumir alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras crudas y evitar el consumo de jugos, refrescos y alcohol.
El doctor Figueroa Alonzo, resaltó que: "la deshidratación compromete la salud del organismo, al tratar de obtener el líquido de otras células y tejidos, por lo que se restringe la irrigación cerebral y se reducen las actividades neurológicas,", lo que puede derivar en daños a la salud.
Por ejemplo, se puede presentar sequedad de boca, piel y mucosas; aumento de latidos del corazón, o disminución de la presión arterial.
Otras consecuencias son que la persona presenta una menor cantidad de orina, que además se torna de color oscuro.
Suele presentarse fatiga, lentitud y somnolencia; mareos, confusión o pérdida momentánea de conocimiento.
Finalmente, señaló que si una persona presenta dichos síntomas, más en adultos mayores, es posible reponer el agua vía oral.
Sin embargo, advirtió que si la deshidratación es severa, se debe acudir al área de Urgencias de alguna unidad médica, para que la persona sea atendida y se pueda estabilizar el equilibrio hidroelectrolítico.