Durante la pandemia se registró una escalada importante en violencia familiar, y para la atención de estos asuntos se requiere de la intervención de otras áreas, como psicología, trabajo social, derivado de ello que se complica dar abasto ante la cantidad de estudios de dictámenes periciales y de pensiones alimenticias, por lo que tenemos que enfocarnos ahí y ver oportunidad de crecimiento de como redistribuir el trabajo y evitar una saturación.
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Lo anterior lo informó la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Myriam Hernández Acosta, quien resaltó que en el tiempo de la pandemia ocasionada por el Covid-19, la estadística en Chihuahua y Juárez se la llevaron los asuntos relacionados con delitos de violencia familiar, narcomenudeo y en materia familiar.
Es una situación complicada que se dio durante la pandemia, en el momento en que las familias estuvieron resguardas en sus hogares para evitar contagios, en centros escolares, laborales y sociales.
En cuanto al desempeño del poder judicial, Hernández Acosta dio a conocer que no hubo retraso derivado de la pandemia, debido a que se estuvo privilegió el trabajo desde casa y en muchas áreas a puerta cerrada para evitar contagios, sin embargo se tiene que revisar en las áreas el motivo del rezago.
“En algunos departamentos del Tribunal, no se entiende el rezago, por lo que se investiga que pasó, porque la pandemia no es justificación, ya que en otras áreas están al día, además de que no se puede tener a la gente esperando hasta un mes para una radicación”, añadió.
Aclaró la titular del Poder Judicial, que esto ocurre en algunos departamentos, es decir que no se trata de generalizar, pero es tiempo de que se brinde un mejor servicio del TSJ.