Los hombres representan más del 80 por ciento de personas que deciden terminar con su vida, y las principales causas están relacionadas con problemas familiares o de pareja y problemas económicos.
Así lo explicó el psicólogo en terapia familiar y trastornos conductuales, Santiago Márquez, quien añadió que pese a formar parte de los detonantes más comunes, no es posible generalizar.
Sin embargo, indicó que las personas que han pensado en suicidarse, en al menos una ocasión, dan algunas señales que desafortunadamente no siempre resultan claras.
En este sentido, habló sobre la importancia de estar atentos a ciertas actitudes que pueden indicar que una persona atraviesa por una etapa depresiva.
Añadió que en efecto existen muchas variables en la personalidad de una persona deprimida, pues hay quienes se aíslan, se muestran decaídos o pusilánimes y otros, se muestran con una especie de "careta" para no evidenciar su condición.
Añadió que es en el hogar, con la gente que comparten el mismo techo, donde pueden detectarse esas señales, ya que una persona que está deprimida empieza a tener cambios en sus hábitos o conductas.
Por ejemplo, explicó, lo que siempre se cita, los cambios en el sueño, ya sea dormir mucho o no hacerlo. Comer en demasía o no comer; aislarse en su habitación, dejar de interactuar con las personas que viven juntas.
Destacó que pese a que hoy en día existe información sobre cómo detectar estos síntomas, aún estamos lejos de una sociedad empática con las enfermedades mentales, los trastornos y la forma en que afecta.
Por vergüenza, por miedo al rechazo y por los mismos estigmas que existen en el tema, muchas personas, quizá la mayoría, no pide ayuda.
El psicólogo exhortó a ser empáticos en sociedad, para visibilidad este tipo de afectaciones que al igual que otra enfermedad, afecta físicamente.
Invitó a comprender y aceptar la depresión como una enfermedad y problema de salud pública, que cada vez afecta a más personas de todas las edades, hombres y mujeres.
