Han pasado ocho años desde la última vez que Beatriz Madrid Garza tuvo noticias sobre su padre. En su lucha por encontrar respuestas, Beatriz ha acumulado evidencias y datos que apuntan a su propia madre y hermana como las presuntas responsables de la desaparición y posible asesinato de su padre. Sin embargo, a pesar de contar con pruebas contundentes, las autoridades han dejado el caso en la impunidad, sumiendo a Beatriz en una profunda desesperanza.
Esta historia desgarradora es sólo una parte del calvario que Beatriz ha vivido en su búsqueda de justicia. Ha recurrido a estrategias jurídicas y penales, acudiendo a decenas de autoridades en busca de auxilio para encontrar a su padre y que las posibles responsables enfrenten las consecuencias de sus actos. Pero, hasta ahora, todas sus gestiones han sido en vano.
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Beatriz afirma que su madre, Yolanda, quien al parecer padece de sus facultades mentales, es la presunta responsable de la desaparición del señor Juan Fernando Madrid Rivera en diciembre de 2015. Según testigos, la última vez que se supo de su paradero, estuvo en compañía de su madre. Desde entonces, Beatriz ha sufrido violencia física, psicológica, amenazas y una serie de daños de todo tipo por parte de su madre. Incluso Yolanda ha llegado a confesar en un diario entregado a la Fiscalía General del Estado que ella y sus hermanas asesinaron a su padre y lo enterraron en Juárez.
En el dichoso diario se relata de igual forma la manera en que iba a escapar con sus otras hijas, planificó la venta de sus propios órganos en su cuenta oficial de Facebook, de igual forma en mayo de 2021 circuló un afiche de búsqueda en Ciudad Juárez, donde aparecía la fotografía de Yolanda y una de sus hijas con un número de teléfono que al marcarlo los receptores eran vendedores de estupefacientes orquestado por María Yolanda.
"Me han dejado mensajes de amenazas, órganos en cajas, un diario con sangre, me envían fotografías con intentos de suicidio, y todo esto es conocido por la Fiscalía General del Estado, pero no han hecho nada para capturar a las responsables", declara Beatriz con angustia. Además, asegura que ella y su hija están en un evidente riesgo, ya que podrían sufrir daños por parte de su madre y hermana.
La lucha de Beatriz por encontrar justicia y poner fin a la violencia que ha marcado su vida ha enfrentado numerosos obstáculos. A pesar de sus esfuerzos, las instancias gubernamentales encargadas de proteger a los ciudadanos han ignorado su caso y han postergado su búsqueda de justicia, sumiéndola en una profunda decepción y desesperanza.
Desde su infancia, Beatriz ha sufrido violencia y ha intentado seguir los procedimientos legales correspondientes para que se haga justicia. Sin embargo, todas las instancias gubernamentales a las que ha recurrido parecen estar ocupadas con otros casos, dejándola en espera durante años. Lo más impactante para ella es el hecho de que quienes deberían defenderla y protegerla como ciudadana chihuahuense la han rechazado, revictimizándola y haciéndola sentir culpable por situaciones que están fuera de su control.
A pesar de enfrentar constantes obstáculos, Beatriz ha perseverado en su búsqueda de justicia. Ha entregado a la Fiscalía General los diarios de su madre, donde ésta confiesa el homicidio de su padre. Además, existen cartas amenazantes que su madre le dejó a lo largo de los años, advirtiéndole que se suicidaría si intentaba denunciarlas. Beatriz tuvo que manejar los intentos de suicidio, autolesiones y problemas de salud mental de Yolanda.
Aunque ha encontrado un trato digno y respetuoso en la Fiscalía General de la Mujer, donde se ha investigado la posible esquizofrenia de su madre, la falta de información detallada por parte de las autoridades ha generado en Beatriz la sospecha de que no se quiere encontrar a su madre y hermana. Ha recibido información de que ambas se encuentran en Ciudad Juárez, vendiendo drogas. Esta falta de acción por parte de las autoridades ha dejado a Beatriz preguntándose por qué no se ha hecho nada al respecto.
La vida de Beatriz ha estado marcada por la violencia y el abandono. A pesar de sus denuncias y esfuerzos por obtener justicia, siente que sus demandas han sido ignoradas y que su lucha ha caído en oídos sordos. Anhela que se tome en serio su situación, se lleve a cabo una investigación exhaustiva y se haga justicia, para que pueda comenzar a reconstruir su vida y dejar atrás el dolor que la ha consumido durante tanto tiempo.
En medio de su lucha, Beatriz nos deja con una poderosa reflexión: "Las víctimas queremos justicia para todos, que la justicia no sea sólo para aquellos que tienen dinero". Sus palabras resuenan en medio de un sistema que parece haberla dejado atrás, y nos recuerdan la importancia de que todas las personas, sin importar su origen o recursos, tengan acceso a una justicia equitativa y efectiva.
Beatriz Madrid sigue en la búsqueda incansable de su padre y la verdad detrás de su desaparición, mientras espera que las autoridades tomen acción y se haga justicia en su caso. Mientras tanto, su lucha continúa siendo una muestra desgarradora de la desprotección y la impunidad que muchas personas enfrentan en su búsqueda de justicia en México.