Ángel, Alberto, Raúl, Luis, Jesús, Román y Sebastián son algunos de los nombres que aparecen en la lista de agresores de estudiantes en el Colegio de Bachilleres de Chihuahua, donde tras la denuncia de abuso sexual a una adolescente de 15 años, se destapó la problemática.
Desde el pasado 3 de octubre se interpuso de denuncia formal por el delito de abuso sexual y a partir de este lunes la víctima iniciará su tratamiento psicológico. Ello mientras que el proceso continúa en la Fiscalía de Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razón de Género y a la Familia.
La denuncia, que hizo pública El Heraldo de Chihuahua, es por abuso sexual en el plantel 3, sin embargo previo a está ya existían denuncias por violación, en este caso sólo cambiaron al agresor a otro plantel.
Ante ello las estudiantes de otros planteles se solidarizaron para exigir seguridad en el entorno escolar, ya que las autoridades no atienden la situación.
El hartazgo de la comunidad se hizo patente a través de manifestaciones, primero en el plantel 3 donde incluso las prefectas acosaron a las alumnas para que retiraran las pancartas, sin embargo decidieron dejarlas para evidenciar la falta de cuidado que las autoridades del plantel tienen para el caso. “El Cobach defiende abusadores”, “¿'Te cansas de oírlo? Nosotras de vivirlo” “Mi escuela no es un lugar seguro” y “El amor no es a la fuerza”, son algunas de las frases que se plasmaron en las cartulinas donde llama la atención una de ellas en la que se lee: “La hago de pedo porque cuando me pasó a mí me dijeron loca”.
Muchas de las estudiantes que han sido blanco de este tipo de agresiones y acoso prefieren mantener el anonimato, ya que cuando se atrevieron a denunciar no pasó nada.
Luego el pasado viernes en el plantel 8 colocaron una lista con los nombres de los agresores sexuales, donde además incluyeron a docentes.
Las estudiantes anticiparon que seguirán alzando la voz para denunciar la violación a sus derechos humanos, ya que merecen estudiar en escuelas libres de violencia y acoso sexual.
El camino de la víctima es difícil, pues son constantes los interrogatorios, al grado que pareciera que quieren que se retracte de sus dichos.
La revictimización es constante y eso hace que muchas de las víctimas prefieran desistir de este tipo de denuncias.
Por otro lado, la agredida iniciará con sus terapias psicológicas, estarán a cargo del Centro de Justicia para las Mujeres (CEJUM) dado que se requiere que inicie con el tratamiento. El presunto agresor deberá pagar este servicio como parte de la reparación del daño.
Mientras tanto en el Colegio de Bachilleres se le brindará apoyo a la víctima para que no pierda el ciclo escolar, para ello la apoyarán con clases a distancia.