El fenómeno de El Niño ha sido oficialmente anunciado por el Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de E.U. (NOAA), y se teme que traiga consigo condiciones climáticas extremas.
Esta declaratoria oficial se da antes de lo esperado y con indicios de que este año El Niño será especialmente fuerte. Ambas cosas resultan sorpresivas a pesar de que la Organización Meteorológica Mundial y el Servicio Meteorológico Nacional mexicano, así como los institutos climáticos de diversos países venían previendo que este fenómeno meteorológico se presentaría durante 2023.
El fenómeno climático llamado "El Niño" fue descubierto por pescadores peruanos y se llama así porque se trata de aguas cálidas de la costa oeste de América del Sur, que aparecen alrededor de la Navidad.
Sin embargo, este 2023 las aguas frente a la costa de Perú ya están más cálidas de lo acostumbrado para el mes de junio. Esto es una pésima noticia para la industria pesquera de la región, ya que es probable que las poblaciones de anchoas y otras especies comestibles, que dependen de las aguas frías, se vean reducidas. Pero además de las aguas cálidas, hay otros factores, como la presión atmosférica entre el este y el oeste del Océano Pacífico, que apunta al inicio de El Niño.
Desde abril el Gobierno de México había informado que la costa del Pacífico en Sudamérica presentaba “el desarrollo de El Niño Costero, el cual es un evento local con efectos que se pueden presentar en países como Perú, Ecuador y Chile”.
Sin embargo, para este mes de junio, algunas partes del mundo ya están experimentando condiciones típicas de El Niño. Y se estima que conforme avance el año las condiciones climáticas de “El Niño fuerte” se presentarán en muchas regiones del planeta.
Aunque estos patrones climáticos son estadísticamente probables durante un año de El Niño, hay excepciones en las que algunos lugares no experimentan los resultados habituales.
Los efectos del Niño
El fenómeno de El Niño también tiene implicaciones significativas en diversas partes del mundo. En general, en algunas regiones se le atribuyen inundaciones y deslizamientos de tierra y otros daños por las excesivas lluvias. Ya que “El Niño” trastoca el ritmo normal del clima, causando tormentas, inundaciones, tornados y huracanes. Mientras en otras partes causa intensa sequía.
De acuerdo a los pronósticos en la región del norte de México El Niño 2023 podría causar lluvias inusualmente abundantes.
Mientras que en Australia, las bajas precipitaciones provocadas por El Niño pueden causar incendios forestales devastadores, como los ocurridos en 2019-2020.
En el sudeste asiático, se prevén condiciones secas que amenazan las selvas tropicales de Indonesia. En el centro-sur de África, El Niño suele traer sequías, lo que representa un gran desafío para una región con una red eléctrica ya frágil, dependiente en gran medida de la energía hidroeléctrica. Además, la franja sur del Sahara y los países de Perú y Ecuador enfrentarán un mayor riesgo de inundaciones.
A nivel global, El Niño tiende a tener un impacto negativo en la producción de alimentos. Sin embargo, en lugares como Chihuahua podría favorecer al aumento de las lluvias.