Momentos antes de iniciar la Marcha por la Paz convocada por la Comisión Diocesana de Laicos, en respuesta al llamado del obispado mexicano, para manifestarse a favor de la paz y la justicia, el vocero de la arquidiócesis de Chihuahua, Gustavo Sánchez Prieto, reprobó que el presidente Andrés Manuel López Obrador tergiverse y manipule el evangelio a su conveniencia.
Lo anterior, dijo, pues los dichos y acciones que el Presidente de la República hace en referencia a la fe católica, como el nombre de su partido, la fecha en la que fue fundado y sus dichos sobre la "pobreza franciscana", se vierten para dar una imagen que no es congruente con la realidad, puesto que la violencia y la impunidad laceran a México y su gente.
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"De repente, cuando se expresa parece que está dando una homilía, cuando su responsabilidad es social y no religiosa, y de esta forma elude sus responsabilidades con el pueblo de México", expresó el Presbítero.
"El presidente se expresa en una constante referencia a Jesús y al Papa, manipula las expresiones del Papa y del evangelio a su favor y eso no se vale", sentenció.
Explicó que por eso, la comunidad católica se expresa con esta marcha por la paz, con el recurso a la oración, mismo que dijo, "no sustituye otro tipo de expresiones ciudadanas en contra de esta violencia, como se ha pretendido interpretar".
Extendió una súplica confiada en la intercesión de la madre Guadalupe, para que está expresión firme y decidida de la causa ciudadana y civil que entonan cientos de ciudadanos preocupados y dolidos por la violencia.
Esto, en la Marcha por la Paz que la Comisión Diocesana de Laicos Chihuahua y 32 organizaciones civiles encabezaron la tarde de este sábado la "Marcha y Vigilia por la Paz", que en punto de las 18:00 horas partió de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, con dirección a la Catedral de Chihuahua, como parte de la Jornada de Oración por la Paz.
La caminata también significa un llamado a los gobernantes de los tres niveles de gobierno a rechazar la corrupción, la impunidad, el mal uso de poder y aplicar la ley, así como a los legisladores federales y senadores para que se trabaje por políticas públicas que se enfoquen en la caridad social.