Con el nombre de “Don Lalo”, la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales dio a conocer la tarde del viernes su primera muestra de vino artesanal, elaborado con uvas cosechadas en un viñedo de la escuela, que proyecta registrar su propia marca para comercializarla.
Fue tras la presentación del libro “Derechos Humanos, una Óptica Editorial”, en el Centro Cultural Cleofas Villegas, donde se ofreció una degustación de la primera edición del vino tinto producido en la facultad.
Eduardo Magaña, catedrático de la institución educativa, comentó que el vino se elabora de manera artesanal, utilizando goma de mezquite para equilibrar el sabor y el olor, lo que ha dado resultados satisfactorios.
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Mencionó que de esta primera edición del vino “Don Lalo” se produjeron noventa botellas para compartir con amigos y personas allegadas a la facultad, para que sepan que se está trabajando en el proyecto.
En un futuro cercano, tentativamente el próximo año, la escuela tendrá la capacidad de elaborar un poco más y se prevé registrar la marca para venderla a quienes gustan de consumir un buen vino. La meta es llegar a producir hasta quinientas botellas, pues el proyecto ha dado buenos resultados.
Magaña señaló que utilizan dos variedades de uva, cosechadas en un viñedo de la facultad, para elaborar el vino: Cabernet Souvignon y Syrah, pero próximamente experimentarán con otras, como la Tempranillo, para seguir produciendo el licor.
Compartió que el próximo año prevén quintuplicar la producción de botellas, para lo cual se están realizando las adecuaciones en el laboratorio de la escuela.
El catedrático afirmó que la vitivinicultura es una actividad que tiene futuro en esta región del estado, pues recordó que en el pasado Delicias fue un productor importante de brandys y otras bebidas que alentaba el cultivo de la vid. Consideró que en los ranchos pequeños e incluso en las casas puede producirse la uva y desarrollarse una ruta del vino.
Algunos agricultores, principalmente del municipio de Jiménez, se acercaron a la facultad para asesorarse sobre la viticultura, pues quieren cambiar los patrones de cultivo y buscan ayuda para desarrollar un viñedo pequeño y todo el proceso de producción de vino.
En la facultad, se cuenta con un viñedo que ocupa una superficie de tres cuartos de hectárea, pero se proyecta ampliarlo a dos hectáreas, lo que ayudará a establecer el vínculo con los pequeños viticultores en la misma capacidad de producción, señaló Magaña.
