“Señor Dios muestra la luz de la verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al buen camino”, fue la oración que la grey católica elevó este domingo en la celebración eucarística, donde se dijo que es necesario que se ponga en práctica los mandamiento, que no solo se los sepan de memoria, porque es una receta de vida y libertad plena.
En la Catedral Metropolitana de Chihuahua, la comunidad se reunió en la mesa de la eucaristía para orar por la reconciliación y la construcción de la paz, donde el presbítero Raymundo López, pidió a la feligresía dar gracias por los jóvenes y agentes juveniles que terminaron su certificación en la vida diocesana, quienes podrán llegar a más personas para que conozcan a Jesús y a su Padre.
El párroco de Catedral exhortó a los feligreses a pedirle al Padre bueno que les brinde un corazón atento para escucharlo, pero también un corazón bueno para que puedan dar fruto en abundancia.
En la reflexión de las lecturas dominicales señaló que ese pueblo quiere estar atento a ese Dios que salva y libera, ese que puede cambiar sus vidas, “El Señor les sigue ofreciendo los mandamientos que se resumen en: ama a Dios con todo el corazón y al prójimo como a nosotros mismos”. Agregó que si cumplen los mandamientos van a vivir en una vida llena de libertad.
Ante la comunidad señaló que es necesario descubrir que el prójimo es cada uno de nosotros, que se acerca al otro, “Atrevámonos a mirarnos de frente, a los ojos, porque ahora hasta eso nos han robado. Ya no tenemos tiempo, estamos corriendo de un lado a otro, no conocemos rostros porque no tenemos tiempo para otros”.
A los presentes los llamó a descubrir que el otro también es el hermano, por el que puedan hacer una obra buena que va desde una sonrisa, pero sobre todo dejar de juzgar y condenar al otro, “Nos invita a ser un buen samaritano y tener compasión, mirar con ternura y compartir el tiempo y lo que tenemos, para ayudarlo y transformar el mundo”.
En la oración comunitaria pidieron por la paz para el mundo, por el país para que puede tener una convivencia respetuosa y pacífica, por los que tienen que abandonar su tierra por la guerra o por otra circunstancia.