De acuerdo a los Programas de Información de Sistemas de Consulta del INEGI, el 62.1 por ciento de la población de adultos mayores a partir de los 60 años, que viven en el estado de Chihuahua, no cuentan con las condiciones físicas para la autosuficiencia en sus actividades diarias.
Las estadísticas indican que de este 62.1 por ciento, un 30.7 por ciento corresponde a población de 85 años y más, mientras que el 31.4 por ciento, oscila entre los 60 y 84 años.
De acuerdo a cifras del INEGI, se observa que a partir de los 60 años, incrementan las limitaciones para que una persona sea autosuficiente, pues es en esta etapa de la vida cuando disminuyen de manera paulatina sus capacidades y habilidades.
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En el marco del Día de las Personas Adultas Mayores, que se celebra el 28 de agosto, y con base en la Secretaría de Salud Federal, la mayor parte de las personas adultas mayores presenta dificultad para caminar o desplazarse; levantarse de su cama para realizar cualquier actividad cotidiana y en general, ser autosuficiente en ciertas actividades.
Algunas de las causas que provocan las limitaciones son la falta de movilidad parcial o total en extremidades, por desgaste de la masa ósea.
Otra de las más comunes referidas por la Ssa, es artritis, osteoartritis, artritis reumatoide, osteoporosis, y otras enfermedades degenerativas y crónicas, que van disminuyendo la capacidad y fuerza en los huesos.
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En muchos de estos casos, se presenta o inicia con dolor en articulaciones y huesos de las manos, sin embargo se va desarrollando a otras partes del cuerpo.
La perdida de escucha y de vista, es de los deterioros más comunes, y en casos extremos, provoca en la etapa de vejez, sordera y ceguera.
Pese a ello, muchos adultos mayores pueden realizar ciertas actividades o mejorar su calidad de vida, con aparatos especiales, en el caso de pérdida auditiva o con cirugía o lentes correctivos, en el caso de la vista.
Otros padecimientos que en mayor grado impiden la autosuficiencia de las personas es el Alzheimer y Enfermedad de Parkinson. Éstas, llegan a producir daños y deterioro a nivel físico y neuronal, y en etapa avanzada impiden que la persona sea capaz de conducirse para actividades de mínima complejidad.
Ante este panorama, la Ssa recordó la importancia de que hijas e hijos apoyen a sus progenitores una vez llegada esta etapa.
El hecho de estar pendiente de su condición general de salud, acompañarlos a citas médicas, cuidar de su alimentación y en general brindarles compañía, son herramientas que permiten que la edad de adultez después de los 60 años se viva de manera plena.