Un total de 379 casos nuevos de cáncer infantil se registraron en la entidad en un periodo de seis años, además, en el mismo lapso se han reportado 88 muertes, de acuerdo a datos de Servicios de Salud del Estado.
La mayor parte de los casos de cáncer infantil que se registraron de 2015 a finales de 2021 son de Chihuahua capital, con 26.3 por ciento del total; Juárez el 25.8 por ciento; Cuauhtémoc con 6.3 por ciento; Parral con 3.9 por ciento y Delicias con 4.4 por ciento.
Además, los tipos de cáncer con mayor incidencia en menores son la leucemia con 41.4 por ciento del total; tumores del sistema nervioso central con 15.8 por ciento y los linfomas con 7.1 por ciento.
Entre las acciones para detectar y atención oportuna, la Secretaría de Salud realiza programas de concientización y prevención sobre este padecimiento que puede afectar a los niños y adolescentes de entre cero y 18 años.
Ejemplo de esto es el Programa para la Prevención y Tratamiento del Cáncer en Infancia y Adolescencia que se llevó a cabo en febrero pasado para dar a conocer que el cáncer es el crecimiento descontrolado de células en cualquier órgano o tejido, de modo que un grupo de ellas no lleva el funcionamiento regular.
La dependencia de salud ha llevado el mensaje a papás y mamás para que conozcan los signos y síntomas que pueden indicar un cuadro anormal en niñas, niños y adolescentes.
Entre estos síntomas está la fiebre sin motivo aparente, que no desaparece o cede con medicamento; también se presenta crecimiento anormal del abdomen, suele aparecer sangrado frecuente de nariz y encías.
Además, se pueden presentar puntos rojos o morados, así como hematomas, moretones sin causa aparente.
El cáncer infantil suele manifestarse con dolor constante en huesos y articulaciones, además de que se presentan mareos espontáneos y recurrentes; bolitas de más de dos centímetros en cuello, axilas e ingle.
El o la niña o adolescente presenta palidez progresiva, cansancio, suele haber pérdida del apetito y algunas veces cambios en la visión o en los ojos, de forma repentina.
Cabe señalar que en estos casos, en unidades de salud se lleva a cabo un diagnóstico de los síntomas en menores de 18 años de edad e incluso cuando no se acude por síntomas, sino por otra causa, se lleva a cabo esta atención preventiva a quienes acuden a revisión por primera vez. Después de ello, se brinda el seguimiento oportuno y valoración, a los seis meses.
En este sentido, se exhorta a mantenerse al tanto de la salud de las y los menores para detectar cambios en la salud, aparición de síntomas que pueden indicar un padecimiento, para llevar a cabo un diagnóstico.