En un esfuerzo por prevenir accidentes viales y fomentar una conducción responsable, la Policía Vial de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) de Chihuahua sancionó a 28 personas que conducían bajo los efectos del alcohol.
El operativo de alcoholemia se llevó a cabo la noche del 4 de octubre en el periférico R. Almada, una de las arterias más transitadas de la capital, en la intersección con la calle Patria Nueva.
Este operativo, que forma parte del modelo de seguridad Centinela, se ejecuta con el objetivo de reducir el número de accidentes relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas al volante. El despliegue fue implementado por un equipo de 30 elementos de la Subsecretaría de Movilidad, quienes se encargaron de aplicar pruebas de alcoholemia a los conductores, midiendo su nivel de intoxicación.
De los infractores, 24 fueron detectados con aliento alcohólico sin exceder el límite legal permitido, mientras que 21 conductores fueron sancionados por presentar primer grado de ebriedad. Otros cinco conductores fueron identificados en segundo grado de ebriedad y dos en tercer grado, los cuales presentaban niveles peligrosamente altos de intoxicación y fueron remitidos a Justicia Cívica de la SSPE, en donde enfrentan sanciones administrativas y posibles cargos penales, según lo establecido en la legislación vigente.
Para garantizar la transparencia del operativo y el respeto a los derechos de los ciudadanos, en el lugar estuvieron presentes observadores de diversas instituciones. Entre ellos, personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la Dirección de Transportes, el Consejo Consultivo de Vialidad y Asuntos Internos de la SSPE, quienes supervisaron que las pruebas y sanciones se llevaran a cabo de manera justa y conforme a los protocolos establecidos.
El modelo de seguridad Centinela se caracteriza por una estrategia integral de vigilancia en la que se priorizan operativos preventivos y correctivos. Estos dispositivos buscan reducir la incidencia de accidentes vehiculares, muchos de los cuales, en años recientes, han tenido como factor común el consumo de alcohol por parte de los conductores.
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Este tipo de operativos se han consolidado como una herramienta esencial para disuadir a los conductores de manejar bajo la influencia de sustancias alcohólicas. Las cifras recientes de accidentes viales relacionados con el alcohol en el estado de Chihuahua reflejan la necesidad de continuar fortaleciendo este tipo de estrategias. De acuerdo con estadísticas de la propia SSPE, el 25% de los accidentes graves en la capital están vinculados al consumo de alcohol, lo que subraya la importancia de intensificar estas acciones preventivas.
Adicionalmente, la SSPE subrayó que la implementación de estos operativos es constante y se lleva a cabo en diferentes puntos de la ciudad de manera aleatoria, buscando maximizar su impacto y abarcar un mayor número de zonas conflictivas.
Además de los controles de alcoholemia, el modelo contempla campañas educativas orientadas a generar conciencia entre los ciudadanos sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. Estas acciones buscan reforzar el compromiso de la sociedad con una conducción segura y responsable, lo que en última instancia contribuirá a una disminución en la cantidad de accidentes y en el impacto que estos generan en la población.
El operativo del 4 de octubre es un recordatorio contundente de las consecuencias de ignorar las leyes de tránsito y del papel fundamental que juegan las autoridades y los ciudadanos en la construcción de un entorno vial más seguro para todos.
