La gobernadora del estado de Chihuahua, Maria Eugenia Campos Galván, presidió la ceremonia de entrega de becas a través de Centros de Atención Infantil.
La inversión total es de 10.7 millones de pesos para 90 directoras y prestadoras de servicios en Centros de Atención Infantil con beneficio a 3 mil 500 niñas y niños.
Maru Campos rompió con los protocolos establecidos y tomada de la mano de uno de los niños, avanzó entre la multitud para dar su mensaje de manera cercana y viendo de frente a los beneficiarios.
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"Quiero agradecer a las colaboradoras, a las mamás cuidadoras por su esfuerzo y su trabajo. Y a las mamás por su confianza que nos dan para cuidar a sus hijos", dijo, dirigiéndose a las niñas, niños, mamás cuidadoras, padres y madres de familia que estaban sentados en las gradas y en la zona de duela del Gimnasio de Bachilleres, donde se realizó la entrega.
"Aunque en 2018 nos hayan quitado las estancias infantiles, no están solos. Aquí está Maru, Caro, Carla, Karina y todas las autoridades del Gobierno del Estado y de Municipio", afirmó.
Por su parte, la secretaria de Desarrollo Humano y Bien Común, Carla Rivas, agradeció a los colaboradores de los Centros de Cuidado Infantil y a los padres de los niños que son cuidados en los CAI.
"Estamos para ayudarles. Que sepan que los cuidan, los alimentan y enseñan, como en casa. Gracias por confiar en este Gobierno del Estado", dijo.
Carla Rivas explicó que se hizo un diagnóstico del cuidado infantil que demanda más instancias y mas equipadas, de ahí la importancia de esta entrega de becas.
Carolina Aguirre Valles, directora del Instituto de Desarrollo Integral Infantil, agradeció a la gobernadora Maru Campos por su invaluable apoyo.
Durante la entrega, Norma Leticia Flores recibió de forma simbólica un cheque para el CAI donde se desempeña.
Rodolfo Martínez Talavera recibió el cheque simbólico de la beca para su hijo Gael. Una beca con discapacidad recibió Ana Gabriela Lara para su hijo Andrés, para mejorar su calidad de vida. La beca para la dignidad para la niña Kaery, quien acompañada de su mamá lució su hermoso vestido rarámuri en color naranja.
Además, para la diversión de las niñas y niños, se montó un espectáculo musical con botargas de los personajes de Plaza Sésamo.