Los integrantes de la comunidad de Mala Noche, en el municipio de Guadalupe y Calvo, se encuentran en elevado riesgo de desplazamiento forzado debido a las amenazas que existen por parte de los grupos armados que operan en la zona y se dedican a la tala ilegal. A ello se le suman las precarias condiciones en las que viven, ya que no cuentan con atención en salud, ni alimentación.
Estas son algunas de las necesidades que presenta Mala Noche, integrada por las comunidades de Santa Tulita, Puerto de Ánimas, El Riyito, Puerto El Riyito y Puerto Mala Noche, cuyos habitantes participaron en el Segunda Jornada Civil por la Paz que coordinan el Colectivo de Prácticas Psicosociales y Acción Comunitaria COPPSAC, Consultoría Técnica Comunitaria, A.C. CONTEC y la parroquia de Baborigame, donde además participan periodistas y Brigadas Internacionales de Paz México (PBI por sus siglas en inglés).
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Tras la intervención urge que las autoridades garanticen la seguridad de las familias y haya resguardo permanente para el combate a la tala ilegal, pero además se brinde asistencia médica ante el alto índice de desnutrición materno-infantil.
La jornada se realizó en la comunidad de Santa Tulita, territorio que le pertenece al pueblo odami o tepehuán, uno de los principales objetivos de la intervención es brindar acompañamiento y prevenir el desplazamiento forzado de las familias, quienes viven situaciones de temor ante la incursión de grupos armados.
Desde el mes de junio, integrantes de la comunidad sufren violencia y desplazamiento, han tenido que buscar refugio. En Santa Tulita habitan más de 100 familias dedicadas principalmente a la siembra de autoconsumo de maíz y frijol, sin embargo la sequía ocasionó que sus cosechas sean escasas, a lo que se suma la falta de fuentes de empleo, lo que los orilla a buscar trabajo como jornaleros en zona agroindustriales de Chihuahua y Sinaloa.
Durante la jornada de dos días, se trabajó con más de 250 personas, entre ellas 70 niñas y niños, con quienes se pudo documentar las dificultades que enfrentan y las necesidades básicas en cuestión de seguridad, alimentación, salud, empleo, educación, vivienda y el respeto a su forma de vida comunitaria, fiestas y tradiciones.
La comunidad ódami sufre una violación constante a sus derechos humanos, tanto por particulares como por los grupos armados. .
Durante la jornada, niños, mujeres y hombres expresaron sus necesidades, preocupaciones, su aprecio por el territorio y su deseo de vivir allí a través de dibujos.
En los dibujos destacaron los problemas como la tala ilegal de bosques, la falta de acceso al agua potable y el constante temor, especialmente entre las mujeres, debido a la frecuente presencia de disparos de armas de fuego. Esta situación ha generado un entorno de miedo y tristeza en las familias.
Las familias recibieron despensa, leche en polvo y 100 cobijas por parte de las organizaciones participantes en la intervención.
Los integrantes de la comunidad platicaron que durante los últimos dos meses no se han talado árboles, y se realizaron visitas de la CEAVE y otras autoridades en los meses de septiembre y noviembre. Durante estas visitas, se proporcionaron granos y asistencia médica por parte de la Secretaría de Salud.
Denunciaron que existen muchas dificultades para acceder a servicios de salud, una cuestión que debe atenderse por parte de las autoridades.
Además se mencionó que hace algunas semanas se realizó una reunión entre la CEAVE y otras instituciones de gobierno estatal en el poblado de Baborigame, se presentaron más de 60 personas desplazadas de comunidades circundantes. Se reiteró la preocupación por la vulnerabilidad de estas familias, especialmente en temas de seguridad, acceso al agua, alimentación y atención médica.
Las organizaciones participantes urgieron a las autoridades federal, estatal y municipal para que se emprendan acciones para garantizar la seguridad y tranquilidad de las familias mediante un resguardo permanente que detenga la tala ilegal.
De la misma manera, urge brindar asistencia médica constante y de calidad, especialmente atendiendo la desnutrición en niños y mujeres.
Deben ofrecer alimentos para resolver la emergencia alimentaria.
Las organizaciones también llamaron a instalar sistemas de agua potable en Puerto de Ánimas y en las localidades que lo necesiten.
Las autoridades deben proporcionar financiamiento para proyectos productivos y otras alternativas de sostenibilidad, abordando de manera integral la situación de esta comunidad.
La Jornada Civil por la Paz en la comunidad de Santa Tulita fue acompañada por las Brigadas Internacionales de Paz México (PBI por sus siglas en inglés), organización internacional no gubernamental con más de 20 años de presencia permanente en México y que cuenta con estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, que tiene por objetivo acompañar a personas, organizaciones y comunidades defensoras de derechos humanos en situación de riesgo por su legítima labor y que tiene por mandato abrir y mantener espacios de paz.