A sus 4 años, Santi Rodríguez conoce lo difícil que es enfrentarse al cáncer, pues tras ser diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda en abril de 2021, ha llevado un duro proceso de quimioterapias, pese a lo cual es un niño feliz que desea ayudar "a otros niños con cáncer como yo", comentó.
Aunque Santi no es beneficiario de la asociación Nariz Roja, este año se suma a la campaña "Invencibles", que se lleva a cabo con el objetivo de reunir recursos para apoyar a niños que no tienen recursos para solventar los gastos que implica atender algún tipo de cáncer.
Steffy Cárdenas, madre de Santi, compartió que a manera de compartir la experiencia de su hijo con esta enfermedad, comenzó a crear contenido y a compartirlo por TikTok, y con el paso del tiempo, Santi fue reuniendo seguidores que a la fecha son cerca de 400 mil.
Hace días, Santi y su mamá Steffy comenzaron a participar en la campaña de Nariz Roja, para lo cual entregan las alcancías en forma de cerdito de la asociación, conocidas como "Milas", mismas que entrega en algunas empresas o familias que desean recaudar fondos con esta colecta que finaliza el 21 del presente mes y el sábado 22 se llevará a cabo la entrega en el evento que realizará Nariz Roja, en el estacionamiento de un centro comercial de la ciudad.
Sin embargo, el camino para el pequeño, papá, mamá, y demás personas que lo aman, ha sido difícil, ya que tras el diagnóstico comenzó un tratamiento que lo llevó a un extremo, en el que, relata su mamá, llegó a pensar que era el momento de partir.
Santi tenía tres años cuando fue diagnosticado con leucemia linfoblástica, tras haber acudido con varios médicos, por síntomas que no eran comunes, pero al tratarse de eventos aislados, hasta ese momento no indicaban o harían pensar que se trataba de algo más serio.
“Duró unos meses con dolor de huesos, se congestionaba su nariz, se hinchaba, y así lo llevamos con un otorrino que diagnosticó que era una alergia, así lo llevamos con otros especialistas”.
Pese a ello Santi comenzó a presentar impedimento para caminar, lo que alertó más a sus papás, y fue el abuelo paterno del pequeño, quien es químico fármaco-biólogo quien sugirió una biometría hemática, y finalmente, llegó con la doctora Karla Domínguez, hematóloga que informó a sus padres que el niño no tenía plaquetas y era urgente una transfusión. Fue con un raspado de médula ósea, como se confirmó el diagnóstico de la leucemia y a partir de esto, el camino para Santi se tornó complicado.
“El tratamiento ha sido difícil, por las quimioterapias, dejó de caminar, adelgazó, le salieron llagas, lo tuvieron que conectar para alimento porque no podía. Pasó también por una infección, por una bacteria al estar conectado, en el catéter. En cada quimioterapia tenía posibilidad de efectos secundarios”, compartió Steffy.
Tras un periodo largo y arduo de quimioterapias, que le han provocado, como en la mayoría de los casos, mareos, vómito, pérdida de cabello, incluso no poder caminar, el pequeño se encuentra en la etapa última de tratamiento, ya no es necesario hospitalizarlo, y ha retomado su vida como cualquier niño de su edad.
Santi cursa el tercer año de preescolar y no sólo es muy inteligente, sino además muy activo.
“Ahorita ya está yendo a clases, al principio nos daba miedo, pero hubo un momento en que sus médicos nos dijeron que tenía que hacer su vida normal, pues incluso nos daba miedo ir de vacaciones, salir, pero lo fuimos haciendo y es ahora un niño muy activo”, compartió Steffy.
Santi es un pequeño alegre, le gusta cantar, jugar basquetbol, indica, le “encantan las albercas y los clavados”, pero además de ello, Santi desea ayudar a los niños que no tienen posibilidad de pagar un servicio o seguro de gastos médicos, como él, por lo que este año participa en la campaña de la asociación Nariz Roja.