Si el estado de Chihuahua no cambia el rumbo del consumo, robo y captación de agua, en un periodo aproximado de ocho años ya no habrá suficiente agua para suministrar a toda la población, una situación crítica como la que actualmente atraviesa el estado de Nuevo León, según explica el especialista en temas hídricos Kamel Athié Flores, quien forma parte del Comité del Agua del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).
Aunque pareciera que el consumo desmedido de los hogares podría ser la principal causa del megadéficit que enfrenta el estado y la capital, la principal razón es el uso desmedido que utilizan algunos sectores agrícolas, que sin permiso, autorización o regulación, toman el agua de uso doméstico para regar cientos de hectáreas de cultivo, según lo explica el especialista.
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Consideró que Chihuahua entró en crisis de dotación de agua potable, por la sobreexplotación y abatimiento de los acuíferos, pues de los 61 acuíferos que existen en todo el territorio, 58 no tienen disponibilidad y a 30 de éstos ya le extraen más agua de la que están almacenado al año, es decir que en un momento la demanda va terminar con el agua que llegan a recabar (acuíferos).
El también miembro de la Asociación Mexicana de Hidráulica refiere que de acuerdo con las mediciones que realizan a través de Conagua, colegios y otras organizaciones que se suman a conocer la disponibilidad del agua, en el estado de Chihuahua han detectado que el 80% del consumo se va en la agricultura, donde la mayoría de las tomas son clandestinas; posteriormente el 12% del consumo se va en uso público-urbano, alrededor del 5% al tema industrial y un 3% al resto de los usos.
Dijo que el estado de Chihuahua, como la misma capital, está amenazada con frenar su crecimiento poblacional y económico en el mediano plazo, si no se adoptan medidas duras, para atender a la sustentabilidad de sus fuentes actuales y agregar otras nuevas, pues aseguró que con la demanda actual más el crecimiento demográfico en menos de una década se terminarán las fuentes de abastecimiento.
Es decir, que con la actual demanda y crecimiento indiscriminado de zonas habitacionales, sumado a que no existen nuevas fuentes de abastecimiento, el agua se mantendría en un “estrés” hídrico que no permitiría atender la alta demanda de agua, porque no se tiene capacidad para atender la demanda que sigue en aumento.
“Existe una feroz competencia por el uso del agua entre el campo y la ciudad, y se viven paradojas tan absurdas como inaceptables, de que mientras los nogales y la alfalfa tienen agua para una cosecha segura, las personas padecen de la escasez, en detrimento de su calidad de vida”, reflexionó.
Sobre este tema, advierte que los mismos productores están alarmados por el crecimiento exacerbado del cultivo como los de nogal, además de que existe un “mercado negro” de concesiones de agua y ha prevalecido un tráfico de documentos falsos, o títulos que se venden dos o tres veces a distintas personas, para aprovechar los permisos para extraer agua.
Dijo que actualmente las megalópolis del país, ciudades grandes y medias, registran déficits notables en el suministro de agua potable y no se han hecho los estudios de las fuentes alternas de abastecimiento ni construido acueductos que les den sustentabilidad y certeza en el mediano y largo plazo, por lo mismo, ya que no se han incorporado fuentes nuevas a sus obsoletos sistemas, que ya se refleja en Juárez y Chihuahua.
Conforme a los estudios y todo el material que han logrado obtener sobre el abasto del agua en Chihuahua, recomienda que las autoridades inicien con un programa de adquisición de derechos de agua en los acuíferos, ya que estima que se pueden recuperar por esta vía para la ciudad hasta 1.5 metros cúbicos por segundo; en tanto que del acuífero Villalba (Mápula) otro metro cúbico y que con ello se le daría certeza a la ciudad, corrigiendo poco más del déficit actual que es de 1.2 m2 por segundo.
También dijo que en el caso de la ciudad, las aguas superficiales disponibles para la ciudad son poco aprovechables, por lo azolvado y contaminado de las 3 presas, por lo que Kamel Athié afirma que la captación de estos cuerpos de agua es muy irregular por las críticas condiciones meteorológicas imperantes en la cuenca, por lo que no representan una fuente segura de abastecimiento y en caso de su utilización, podrían contribuir sólo con el 4% del consumo de la ciudad.
Algunas medidas para abonar a preservar el agua
El exdelegado de Conagua en Chihuahua dijo que es necesario una delimitación del área de circunscripción de cada acuífero y definición con estudios técnicos de las zonas de protección de cada acuífero, para prohibir perforaciones en esas áreas y garantizar el uso público-urbano.
De igual forma, señala que es necesario la identificación de pozos irregulares y clausurarlos, que esto se puede realizar con recorridos y sobrevuelos, apoyándose con imágenes satelitales, así como con la promoción y atención a denuncias ciudadanas, que es la forma más sencilla de localizarlos y desactivarlos.
“Pero no es solamente que el personal de Conagua acuda al lugar y elimine los pozos irregulares, es necesario que la Guardia Nacional acompañe, porque de todos es conocido el riesgo y presencia de los grupos criminales que pueden tener intereses en este consumo de agua irregular”, explicó.
Agregó que también es necesaria la inspección permanente por parte de la autoridad del agua, los COTAS, los distritos y unidades de riego, sobre los volúmenes de extracción en cada pozo, ya que normalmente sacan de 2 a 3 veces lo permitido en la concesión.
También es necesario prohibir la transferencia de volúmenes, mediante la segmentación de un solo título en varios, que aun cuando la ley lo permite por obsoleta, implica la proliferación de perforaciones y sobreextracción de agua fuera de control.
“Tenemos que frenar el crecimiento de la superficies de nogal en los acuíferos, ya no se puede más sostener este sector, aunque es fundamental para el desarrollo económico del estado, debe haber otra alternativa, se debe inducir la modernización de los sistemas de riego de los productores, fijando un plazo razonable de un año para ello, de no hacerlo se le cobrará la tarifa normal del CFE y con ello se ahorra con ello hasta un 50% del agua que actualmente se derrocha”, señaló.
Esto considera como algunas de las medidas que deben plantear las actuales autoridades y esto para no llegar a un momento de crisis donde comenzará a haber menos agua por menos tiempo, mientras que la población siga extendiéndose en un par de años.