El exgobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, contaba con cuatro escoltas, dos mujeres y dos hombres, todos debidamente armados, al momento en que iba a ser detenido por elementos de la Fiscalía Anticorrupción del Estado de Chihuahua.
En este sentido, el vicefiscal anticorrupción de Chihuahua, Gabriel Ruiz, señaló que el personal de seguridad del exmandatario se identificó como personal militar de la Marina o Sedena, cuando evitaron la detención del exgobernador.
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Los hechos ocurrieron la noche de este miércoles en el restaurante Gin Gin de la colonia Roma en la Ciudad de México. Hasta ese lugar se trasladaron agentes de la Fiscalía Anticorrupción del Estado, para cumplimentarle una orden de aprehensión, la cual fue impedida por su equipo de seguridad.
Al respecto, el vicefiscal expuso que cuando abordaron al exgobernador, los escoltas impidieron la detención y eso dio tiempo para que Javier Corral realizara algunas llamadas, lo que generó que en cerca de 20 minutos, llegara al restaurante el Fiscal de Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara López, quien lo retiró del lugar bajo un fuerte operativo de seguridad.
Al verse superados en número, pues las autoridades chihuahuenses sólo contaban con tres policías, un personal especializado y la presencia del vicefiscal, no pudieron hacer nada.
Por lo anterior, el personal de la Fiscalía Anticorrupción del Estado de Chihuahua, se limitó a seguir el recorrido del convoy que llevó a Javier Corral a las instalaciones de la Fiscalía de la Ciudad de México, a la espera de tener una respuesta del fiscal, frente al convenio de colaboración que estaba previamente firmado y que permitiría que se trasladara al exgobernador a la ciudad de Chihuahua, lo que no ocurrió debido a que la fiscalía se retractó de la colaboración.
