Derivado de la petición de la comunidad LeBarón de constituirse como un grupo étnico y así erigir un autogobierno, expertos consultados coincidieron en la inviabilidad de su justificación legal para convertirse en grupo étnico.
Lo anterior, a diferencia del pueblo rarámuri, que sí tiene derecho a definir su organización política y social bajo usos y costumbres. Aún apelando al concepto legal de “comunidad equiparable”, la comunidad LeBarón no puede acceder a un autogobierno, coincidieron abogados de la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas (Coepi). Rubén Tarango, profesor en derecho indígena por la Uach, consideró que su estatus legal es más cercano al de los menonitas, completamente bajo las leyes mexicanas como ciudadanos de este país, pero con particularidades culturales al interior de sus comunidades.
El planteamiento genera claroscuros legales, observaron desde la Coepi, mientras desde la perspectiva de soberanía y seguridad, la propuesta despierta cuestiones legales y políticas inauditas en México, agregó Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de ciencias políticas en George Mason University.
RARÁMURIS, MENONITAS Y COMUNIDADES EQUIPARABLES
Los menonitas se rigen bajo las leyes mexicanas, sin contar con un gobierno acorde a sus tradiciones, compartió el maestro en derecho indígena, Rubén Tarango Mancinas. A su consideración, la comunidad menonita debería ser considerada solo un grupo religioso y cultural. “Conforme la legislación, son mexicanos y se comportan como tal”.
Por otro lado, el pueblo rarámuri, cuenta con sus propios sistemas de usos y costumbres, pero ninguna comunidad conforma un autogobierno legalmente constituido, explicó un funcionario de la Coepi. Indicó que un autogobierno formal implica entregar recursos para administrar las estructuras de autogobierno, al igual que salir del sistema jurídico mexicano.
“Hay pueblos de afromexicanos que pueden reclamar sus raíces, que son distintas, hay una cosa que le llaman pueblos originarios, o etnias equiparables, nosotros somos una. Porque somos una minoría, tenemos otro idioma, otra religión, costumbres, tradiciones”, expuso Julián LeBarón luego de que fuera negada por Cabildo su petición de constituir un autogobierno paralelo al sistema político mexicano.
El artículo 2 de la Constitución Mexicana establece la figura de comunidades equiparables, distinta a los pueblos indígenas, pero no está reglamentado en legislación secundaria y existe ambigüedad en su aplicabilidad, explicó un funcionario de la Coepi, quien prefirió reservar su nombre por ser un asunto políticamente sensible.
Según el estudio "El acceso efectivo a la justicia de los grupos indígenas”, del experto en pluralismo jurídico, Ashanti Axayacatl Segundo García, las comunidades equiparables son aquellos grupos que no tienen todas las características de un pueblo originario, pero sí cuentan con características socioculturales distintivas que caben dentro del “campo jerárquico” de la diversidad cultural de México.
De acuerdo a su análisis, la reglamentación local de Quintana Roo en materia de comunidades equiparables abre la puerta a que las comunidades de menonitas, alemanes, turcos y otros grupos étnicos que residen en ese estado también sean consideradas comunidades equiparables, “ya que poseen instituciones sociales, económicas, culturales, tradición histórica, territorialidad y cosmovisión propia”.
Por su parte, el funcionario de la Coepi, considero que es aventurado intentar aplicar este concepto legal de comunidad equiparable, particularmente para pedir un autogobierno dentro de territorio mexicano, toda vez que no existe legislación reglamentaria y el sistema político actual es de una república federal “única e indivisible”.
LA GEOPOLÍTICA DEL AUTOGOBIERNO: SEGURIDAD Y SOBERANÍA
La propuesta de autogobierno de la comunidad LeBarón fue no solamente inspirada por el caso de Cherán, Michoacán, sino también fue asesorada por las autoridades de esa misma localidad por más de un año, confirmó Adrián LeBarón.
Guadalupe Correa-Cabrera, investigadora en temas de seguridad y geopolítica, consideró que el caso de Cherán, que surgió como un movimiento de autodefensas, es muy distinto al de la comunidad LeBarón. Describió que los LeBarón son una comunidad con doble nacionalidad y que pidieron la intervención del gobierno de Donald Trump en México, luego de la lamentable masacre en la frontera Chihuahua-Sonora. En el mismo sentido, cuestionó la posibilidad de que recurran a Estado Unidos una vez establecidos como autogobierno con autodefensas.
Desde la perspectiva de la soberanía y el marco jurídico mexicano, consideró que la petición de los LeBarón al gobierno norteamericano de declarar los carteles de narcotráfico como organizaciones terroristas, sumado a su protagonismo en conflictos por el agua en una región donde se descubrieron yacimientos de litio es “una cuestión peligrosísima y delicada”.
Indicó que la situación plantea cuestiones alarmantes no solo en temas de soberanía, sino también más concretamente en el control del territorio y recursos naturales en una zona con fuerte presencia del crimen organizado. “Esto puede sentar precedentes muy nefastos para una balcanización”, finalizó.