“Pidámosle a Dios que no descansemos en publicar a los cuatro vientos que Jesús ha venido a salvarnos y que está en medio de su pueblo”, fue la invitación de Monseñor Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua al presidir la celebración eucarística del II Domingo de tiempo Ordinario, en la Catedral Metropolitana de Chihuahua.
El Evangelio de San Juan de este domingo invitó a los feligreses a reflexionar sobre Juan El Bautista, quien da testimonio de Jesús, el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Juan El Bautista, quien vio al Espíritu Santo descender del cielo y posarse sobre Jesús, quien es quien bautiza con el Espíritu Santo.
Monseñor Constancio Miranda mencionó que todos los día el Señor nace en los corazones, pero en este tiempo ordinario inicia la preparación para la Cuaresma.
Juan saca del anonimato a Jesús y proclama Hijo de Dios al que bautizo con agua en el Jordán, ese mesías salvador.
El Arzobispo de Chihuahua exhortó a la grey católica a reconocer a Jesús y proclamarlo como vencedor del pecado. Avalado por El Bautista, Jesús pudo empezar a manifestarse a los hombres. A la vez de que pongan atención sobre la necesidad que se tiene de dar testimonio cristiano.
“Dios sigue necesitando de hombres y mujeres que den testimonio, que muestren a Jesús al mundo. Necesitamos de personas que están alrededor que identifiquen a Jesús, que lo descubran en la vida, lo hagan cercano, creíble, próximo y familiar”, dijo el jerarca de la Iglesia Católica.
Enfatizó que el cristiano de hoy, tal y como Juan El Bautista, no deben permitir que se ignore a Jesús, por lo que pidió a los reunidos en el templo a gritar al mundo que Jesús es el Salvador del mundo, a través de su vida y su comportamiento diario.