El Señor espera que demos testimonio de él, así como la sal sola no sirve para hacer comida los cristianos no estamos para encerrarnos en nosotros mismos, en el egoísmo, somos y estamos para los demás, dijo el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann ante la feligresía católica, así como los integrantes y miembros de diversos ministerios religiosos.
Al presidir la misa dominical en la Catedral Metropolitana de Chihuahua, Monseñor Miranda señaló que la preocupación de Jesús es que los cristianos tengan su sabor y su fuerza, que no pierdan el entusiasmo y que asuman su compromiso frente al mundo.
En la Santa Misa del V Domingo del Tiempo Ordinario se reflexionó sobre el evangelio de San Mateo sobre como los seres humanos son la sal de la tierra y la luz del mundo para que cuando los demás vean las buenas obras que hacen den gloria a Dios.
El jerarca de la Iglesia Católica mencionó que el tema es de gran actualidad sobre todo por las tinieblas y la oscuridad que ensombrece al mundo a causa del pecado en sus múltiples formas, por lo que llamó a los cristianos a que el reino de Dios no pierda fuerza y que a través de la fe cristiana fundamentada en Jesús se dé testimonio vivo de que son discípulos de Jesús.
“Asi como la luz que no solo debe brillar sino iluminar el camino, los que por razón de salud deben comer sin sal, saben que la comida es insípida, de la misma mnaera que la sal da sabor a las comidas, asi los critisnos debemos penetrar al mundo con el sabor del evangelio debemos quitar el sabor amargo de a una sociedad que esta en peligro de hundirse en el aburrimiento, la soledad, la frustración y desesperación, debemos devolerle el sabor de una esperanza nueva”.
Los exhortó a ser como la sal, que en antaño servía para conservar los alimentos de la degradación para que de la misma manera preserven al mundo de la corrupción. También se usaba para curar heridas, por lo que los cristianos deben sanar las heridas del cuerpo y del alma de sus hermanos, “un poco de sal es suficiente, un poco es suficiente para dar sabor a la sopa, por lo que basta que un puñado de cristianos que tratan de serlo de verdad pueden transformar el mundo”.
Invitó a los cristianos a dar testimonio de vida, “Nuestra sociedad grita por la luz de la justicia, la seguridad, la paz, y la verdad. Seamos destellos de esa sal y esa luz, que nos ayude a transformar nuestro entorno familiar, a la sociedad, amigos, movimientos, grupos y asociaciones, todo lo que está a nuestro alrededor”.
Enfatizó que es necesario encontrar el gusto de caminar en sus mandamiento para lograr llegar a la meta que aspiran.
Este domingo, al ser el primer domigno del mes se contó con la presencia de los diversos grupos y movimientos de expresión diocesana, entre ellos Adoración Nocturna Mexicana, Adoradores Laicos, Agrupación de Esposas Cristianas, Apostolado Mundial de Fátima, Cáritas Diocesana, , Centro San José, Centro Bíblico Apostólico, Coro Diocesano, Encuentro de Novios, Encuentro Matrimonial, Escuela de la Luz, Fe y Luz, Movimiento de Revision de Vida Matrimonial, Movimiento Familiar Cristiano, Movimierno de Juventudes Cristianas, Mujeres al pie de la Cruz, Pastioral Penitenciaria, Los Pequeños Hermanos de María, Talleres de Oración y Vida, así como Comisión Diocesana de Laicos.