Al cumplirse un año del transfeminicidio de Mireya Rodríguez Lemus, las integrantes de Unión y Fuerza de Mujeres Trans Chihuahuenses exigieron justicia y respeto.
“Basta de que se nos siga matando física, social y gubernamentalmente, basta de ser un número más en una cifra o estadística. Mireya fue asesinada físicamente en su casa a manos de un asesino cruel y violento; socialmente ante los oídos sordos de una sociedad que no atendió los gritos de auxilio”.
A 365 días de su asesinato, recordaron a Mireya, exigiendo respeto a sus derechos humanos, porque los crímenes de mujeres trans son catalogados como crímenes pasionales, cuando en realidad hay un acto violento y de odio hacía ellas.
La secretaría general de la asociación, Mayte Regina Gardea González señaló que las mujeres trans son asesinadas en la calle, en su propio hogar, en las acciones gubernamentales y hasta en los medios de comunicación porque con morbo las criminalizan.
Comentaron que se les culpa de que las maten, “Basta de decir que nosotras tenemos la culpa por nuestra vestimenta, por ser mujeres trans, o por ser trabajadoras sexuales. Somos victimas y estamos siendo asesinadas”.
Las integrantes iniciaron la exigencia de justicia en las instalaciones del Tribunal Superior de Justicia donde se pronunciaron porque la justicia no sea polarizada y selectiva, que se imparta para todas y todos. “Estamos aquí para exigir justicia para Mireya”.
La recordaron como una mujer emprendedora, defensora de derechos humanos y activista. Terminaron con sus sueños, su sonrisa y sus proyectos.
En la Cruz de Clavos, monumento a la impunidad en Chihuahua, colocaron carteles exigiendo justicia.
Además de la movilización se realizó un homenaje virtual donde Laura Hernández, amiga de Mireya informó que esta por iniciar el juicio del presunto asesino y se espera que el poder judicial tenga la voluntad de ver más allá de un procedimiento ordinario y se haga conforme a derecho con perspectiva de derechos humanos y no se victimice o se descalifique a la comunidad trans.
Se dijo que el dolor de las mujeres trans es diario, incluso batallan para ingresar a un baño público, “Hacerle justicia a Mireya significa hacerle justicia a muchas mujeres trans”.
Los participantes en el homenaje virtual recordaron como Mireya fue una de las victimas de aquel operativo contra mujeres trans trabajadoras sexuales donde las obligaron a realizarse pruebas de VIH, por lo que estuvieron detenidas durante varias horas, tiempo en el que fueron sometidas a vejaciones y abusos.
Episodio que marcó su quehacer en pro de las mujeres trans, de la conformación de la asociación y de la visibilización de mujeres trans que buscan salir adelante en medio de una sociedad sorda e incluso ciega.
“Estamos cansadas y queremos decir basta a los transfeminicidios”.