A pesar de que la presencia de menores y adolescentes en cruceros dentro de la ciudad de Chihuahua es una práctica “normalizada”, detrás de estas actividades existe algunos delitos como la omisión de cuidados, explotación laboral, jornadas excesivas de trabajo entre otras que no son revisadas por ninguna autoridad.
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De acuerdo a la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil que elaboró el Inegi en 2019, en el país, había un registro de por lo menos 3.3 millones de menores de edad que se encontraban trabajando, entre algunas actividades como construcción, actividades agrícolas, comercio y hasta pidiendo monedas en los cruceros.
Para el abogado y activista Felipe Acosta, en la ciudad de Chihuahua estima que al menos 500 menores se encuentren distribuidos en diversos cruceros de la capital, donde en su mayoría van acompañados de sus padres, ya sea una madre o un padre, y realizan actividades para recabar algunas monedas, sin importar el cuidado y atención de los menores.
Parte de estas actividades fue el motivo por el cual un niño de cinco años perdió la vida el pasado 25 de abril, cuando con su madre se encontraba pidiendo dinero en un crucero de la Juan Pablo II, cuando de pronto el menor dejó de sostener la mano de su madre y fue atropellado por una pick up, que finalmente le arrebató la vida.
A pesar de haber un gran número de niños en situación de calle o que son explotados con jornadas extensas de labores, el DIF Estatal no cuenta con un registro oficial de cuántos son los casos que existen en la ciudad o dentro del estado, ya que no los tienen contemplados como un sector vulnerable.
“Hemos manifestado públicamente desde hace como dos años, que el DIF debe tomar cartas en el asunto, que es la competencia, es quien debería cuidar a la familia, los niños y las personas de la tercera edad, pero no parecen que son instituciones que están de adorno y para desviar recursos, esa es la verdadera finalidad”, dijo Felipe Acosta.
Dijo que se puede estimar cuántos niños hay en los diferentes cruceros, pero no que exista un registro oficial, pues aseguró que son más de 500 niños los que se encuentran en esta situación en la ciudad de Chihuahua y que al parecer se encuentra en un incremento por las ganancias que logran reunir este tipo de personas.
Refirió que no hay leyes que protegen a los menores sobre este tipo de abusos, como es el Código Penal, por infringir en la omisión de los cuidados de los niños, ya que la función de los padres de familia siempre debe ser proteger a los menores, pero los exponen bajo el pretexto de la necesidad que en la mayoría de los casos no ha sido comprobado.
“Hay instituciones que ayudan en diferentes maneras a salir adelante, pero ellos ya escogieron un estilo de vida de estar recibiendo dinero a través de sus hijos y es mucho el dinero que reciben, por eso que dicen o no quieren perder esos ingresos y malamente cae el trabajo en los hijos” señaló.
Cotidianamente los menores que son vistos en las calles se mantienen cantando,haciendo acrobacias, vendiendo dulces y otras actividades para buscar una moneda al igual que sus padres que se van al otro extremo del crucero para poder obtener más monedas para el final del día.
Felipe Acosta mencionó que existe un caso en la ciudad de Chihuahua donde la señora Gaby se coloca en la salida Juárez por un centro comercial, y cuenta con cinco niños, pero ella se hace cargo de los niños, ya que el esposo es adicto, ella limpia los vidrios mientras los niños se mantienen en una tarima mientras esperan que su madre termine con sus labores y no permite que ellos anden pidiendo.
“Ella tiene a los cinco niños, están arriba de una tarima y no se salen de ahí, es un caso muy distinto a los que vemos en su mayoría en la ciudad, es necesario que se haga un estudio y se conozca la situación verdadera que guardan las familias que explotan a sus hijos por algunas monedas y nadie hace nada”, comentó.