24 años contribuyendo para que las personas que viven con VIH y/o SIDA cuenten con acceso a servicios de salud dignos, con oportunidades laborales y acompañamiento psicosocial.
A la edad de 63 años, Fátima cerró sus ojos para siempre. Su vida, su lucha y sus obras, en pro de los derechos de las personas con vih/sida, seguirán latiendo en las personas que preservarán su legado.
Fátima Torres Castro fue inspiración para el nacimiento de la primera institución de beneficencia pública para acompañar a mujeres trans. Fátima, Emma Saldaña y Luisa Camberos junto con otras mujeres solidarias lograron conformar Fátima IBP, que trabaja con las personas que viven con VIH y/o SIDA, y promueve la participación de la comunidad en la prevención del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, a través de educación sexual integral y cultura de la prevención libre de estigmas y discriminación.
Fátima se convirtió en una guerrera incansable por su vida y por una forma de vivirla con dignidad, pues a diario prestaba sus servicios en la institución.
Quienes integran Fátima IBP resaltaron con profunda tristeza a su compañera y amiga:
“Fátima fue una persona con diferentes aportaciones, fue la chispa de motivación para que surgiéramos como organización; pero también fue compañera de trabajo y amiga para muchas de las personas que conformamos Fátima I.B.P. y también fue inspiración y ejemplo a seguir para muchas de las personas que la conocieron y supieron sus experiencias de vida”, señalaron a través de un comunicado oficial.
La recuerdan como una mujer de carácter fuerte y tenaz, mujer muy trabajadora y alegre; por lo que extrañaran escucharla cantar y tararear durante su jornada laboral.
En los últimos meses, de la mano de la escritora Mariela Castro, trabajaba en un libro testimonial, donde se pretende reflejar las libertades que hoy muchas mujeres disfrutan y que en antaño le fueron negadas a ella.
Su historia de vida y fortaleza quedarán para que las futuras generaciones conozcan a Fátima.
Descansa en paz Fátima 130860-160123.