Los trastornos mentales en Chihuahua han ido en aumento, dejando a la capital en la quinta posición, con un total de 312 capitalinos que intentaron privarse de la vida en el primer semestre del presente año.
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Así lo dio a conocer la diputada Rosana Díaz Reyes, quien explicó que se ha estado entregando el recurso necesario a los centros de salud, sin embargo, sigue haciendo falta más recurso de personal y de medicamentos, para ir atendiendo esta problemática dentro de la capital y a lo largo de la entidad.
La diputada comentó que actualmente en el Estado hay un psicólogo por cada mil habitantes, lo que consideró que es una estimación muy por debajo de lo recomendable: “urgen instalaciones para atención psiquiátrica y psicológica porque no los tenemos” explicó Rosana.
Comenta que en los centros de salud están faltando medicamentos y especialistas, pues aunque hay muchos que pudieran ejercer, no hay recursos suficientes para pagarles, pues explica que ese recurso se destina a otros proyectos o renovaciones.
Además, mencionó que los pocos centros de atención a la salud mental están quedando prácticamente en el olvido, tanto en Ciudad Juárez como en Chihuahua capital han dejado de contratar psicólogos y psiquiatras porque no hay de donde darles un sueldo justo.
Comentó que en Juárez tienen en un centro de salud una máquina que es especial para los tratamientos psiquiátricos, pues ayuda al cerebro a generar el tipo de químico que requiere y es un apoyo para superar traumas, no obstante, por el mismo problema de la falta de recursos, no se ha podido contratar a un especialista.
Además, aún si tuvieran un especialista que manejara la máquina, el simple hecho de echarla a andar sería un gran gasto para el paciente, que en varias ocasiones no se pueden permitir dar, por lo tanto, sigue sin usarse, por lo que se mantiene como nueva en una habitación acumulando polvo.
De igual forma, mucha gente ha dejado de asistir a terapias por el precio tan elevado que tienen que cobrar los especialistas, pues estos suelen estar fuera de una institución, teniendo consultorios particulares, entonces, al no poder costear ni la terapia ni el tratamiento, la gente deja de cuidar su salud mental.