Rosendo Proaño Moreno de 60 años y su familia, llegaron hace alrededor de un mes de la ciudad de Guachochi, buscando una mejor oportunidad de vida, no obstante su hijo de 27 años, Oscar Daniel enfermó de gravedad y no tienen dinero para los estudios.
Al no tener donde quedarse y al no encontrar una vivienda accesible, tuvieron que quedarse en una casa ubicada en la calle Chínipas 241 colonia Punto Oriente, sin puertas ni ventanas, ni siquiera conexiones de gas, agua o luz.
Hace alrededor de 15 días, su hijo mayor presentó dolores de cabeza y colapso. Una vez que se recuperó fueron al hospital, donde le diagnosticaron una arteria tapada y problemas cerebrales debido al golpe del colapso, por lo que quedó con daños graves.
“Nos cobraron todo lo que traíamos, tuvimos que venir a pie desde el hospital central porque no había camión ya a esas horas” expresó el patriarca de la familia. En el lugar, son un total de 4 personas.
La familia se dedica a limpiar patios, a lavar autos, a cortar césped, a lo que surja en el momento, según comenta el señor Rosendo, a veces lo máximo que gana por limpiar son 20 pesos ya que es por lo que la gente les quiera dar.
“Yo tengo 60 años y era muy bueno eso albañil, pero ya no me puedo subir a las alturas, me mareo, y me caigo” comentó el señor mientras mostraba que en las ventanas, utilizaban lámina vieja para cubrirse del frío, así como cobijas rotas y un tendido en el suelo donde dormían él y otro niño de 12 años.
El padre solicita algunas cobijas y chamarras, comida o incluso apoyo para las medicinas de su hijo Oscar Daniel, ya que ellos no tienen manera de comprar algo.
La señora Luisa Melendez Ochoa, vecina de estas personas, se dio cuenta de las dificultades que esta familia pasaba, por lo que hace lo posible para ayudarles con ayuda de su hijo, sin embargo, no puede ayudar en todo. Para quién desee ayudar a la familia se puede comunicar con Luisa Meléndez Ochoa, al siguiente número 6124734404.
“Yo he pedido ayuda a los vecinos, pero sinceramente es bien difícil conseguir que sean empáticos con estas situaciones, ya que aquí pues hay mucha gente que se dedica a la venta de sustancias tóxicas” explicó Luisa.