En el marco de la celebración por el Día de las Madres el próximo martes, familias enteras acudieron a rendir honor a las madres que se adelantaron en el camino hacia la Casa del Padre, aprovechando este domingo por ser un día en que están libres de los compromisos escolares y laborales.
Así se pudo observar en el Panteón Municipal número Cuatro, también conocido como el Panteón de Carrizalillo, en el extremos sur de la ciudad de Chihuahua, donde armados con palas, azadones, flores y un amor que trasciende la separación física, los deudos acuden a elevar una oración por las madres ausentes y a pedir su bendición, como hacían en vida.
Alma Castillo, encargada del Panteón Municipal Cuatro, durante los fines de semana, mencionó que se encomendado la limpieza del espacio y atención a los visitantes, con una supervisión constante por el responsable Marco Díaz.
“Estamos preparados para recibir a los visitantes, este lunes 9 de mayo trabajará una cuadrilla para reforzar la limpieza, por la basura que generan los mismos familiares al limpiar las tumbas, y tener todo listo para este 10 de mayo”, comentó Alma.
En el exterior del camposanto, se encuentra la tradicional venta de ramos de flores, coronas, como elementos decorativos para las tumbas, esperando generar ventas desde este fin de semana, hasta la fecha de la celebración.
Entre las familias, don Francisco Sánchez se encontraba acompañado de su yerno, para recordar a su amada esposa Irene Alderete, quien murió el mes de noviembre de 2019, a quien le sobreviven cuatro hijos, 12 nietos, y también bisnietos.
“Estamos arreglando, hicimos una capillita para cuando vengamos, aquí tengo a mi esposa, Irene Alderete, ella se fue el mes de noviembre del año 2019. Estamos arreglándole una capillita, entre todos”, refirió Francisco.
Ante la ausencia de la madre de sus hijos, compartió que se siente uno triste, porque ya no puede festejarla este 10 de mayo, pero que tiene el consuelo de ir a su tumba para que permanezca su recuerdo.
“”sí tiene que ser, hay que aguantar a lo que viene, seguir adelante, y visitándola como si estuviera ella con nosotros. A quienes sí tengan en vida, que las cuiden mucho, que vean por ellas, es un pilar muy importante de la familia, que cuando se va… todo se debilita, la estabilidad se agrieta. Quiéranlas mucho, no nada más este día, sino toda la vida”, recomendó.
En el austero panteón, también se encontraba la familia de Alma Luz Peña, falleció hace siete años y dejó doce hijos, quienes cada Día de las Madres –o en fechas cercanas al festejo-, acuden a honrarla, al igual que el Día de Muertos.
“Tenemos muchos recuerdos bonitos, tenemos muy buena mamá y muy buen papá. También venimos a ver a mi papá, Ramón Márquez. Nos reunimos en los hijos, porque la mamá es la cabeza de la familia, es nuestro pilar. Ahora es un día triste, porque ya no la tenemos, pero la conservamos en nuestro corazón, y siempre venimos a su tumba, porque nunca se nos olvida”, finalizaron sus hijas.