Chihuahua, la ciudad capital del estado, donde están establecidos los tres poderes de la entidad, hogar de casi un millón de personas, potencia empresarial e industrial, además de ser referente de gente valiente, noble y leal, que celebra este 12 de octubre 314 años de haber sido fundada, luego de la votación que convocó el gobernador Antonio Deza y Ulloa, quien dirigió la votación para decidir su ubicación.
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De acuerdo a un recuento de publicaciones históricas, el 12 de octubre de 1709, el gobernador de la provincia de la Nueva Vizcaya, Antonio Deza y Ulloa, convocó a los personajes más notables de ese tiempo, para decidir a través de una votación la ubicación de la sede donde se concentrarían las autoridades.
Las localidades que se habían propuesto eran dos: Santa Eulalia, una de las regiones más importantes por su abundante producción minera, y de dónde provenían recursos que daban vida a la economía de la zona; y la otra, en un valle próximo a la unión del río Chuvíscar y el río Sacramento, donde florecía la vida, había recurso hídrico suficiente para pobladores, y también para la actividad productiva de la agricultura y la ganadería.
En memoria de ese hecho histórico, se ha colocado una escultura del gobernador, quien erigió en la junta de los ríos con el primer nombre de Real de San Francisco de Cuéllar, nombre que hacía referencia al Marqués de Cuéllar, quien era virrey de la Nueva España, y a los misioneros franciscanos que fueron los primeros en colonizar las tierras.
El pujante avance del poblado, lo elevó a la categoría de Villa, en menos de una década. Fue así como, en 1718, se decretó que San Francisco de Cuéllar, pasara a ser la Villa de San Felipe del Real de Chihuahua, cuando se inserta el nombre de vocablo en lengua originaria de Chihuahua, que en una de sus traducciones, se ha identificado con el significado de “lugar seco y arenoso”.
Hoy, Chihuahua celebra 314 años de haberse conformado con conciertos, espectáculos, exposición ganadera y festivales, que hacen de las fiestas de octubre, las más apreciadas y concurridas por los chihuahuenses, quienes recuerdan el origen de la fundación de la ciudad, que muestra en su escudo el paisaje de su territorio, con los tres cerros que la caracterizan: el cerro Coronel, cerro Grande y el cerro de Santa Rosa.