El Día del Agrónomo se festeja el 22 de febrero, cuando se fundó la primera universidad de México dedicada a la agricultura, que fue la Escuela de San Jacinto, en 1854, lo que es hoy la Universidad Autónoma de Chapingo, actividad que es una de las principales económicas y sociales en el estado de Chihuahua y que alimenta a la población local y exporta nacional e internacionalmente sus productos.
La maestra Lorena Patricia Licón Trujillo, directora de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales de la Universidad Autónoma de Chihuahua, con sede en ciudad Delicias, explicó que la agricultura es una de las principales actividades en Chihuahua donde trabajan agrónomos por profesión y también hay muchos agrónomos por vocación, al desarrollar una labor que les fue inculcada en su familia, convirtiéndose en agrónomos empíricos, quienes sacan adelante las actividades del campo chihuahuense.
“A pesar de que se han tenido algunos problemas con el campo, no nos han faltado los alimentos en la mesa, porque no se ha dejado de trabajar. Es una de las principales actividades de las que debemos estar muy agradecidos. Es una profesión muy noble, en la que se trabajan todos los días del año; se trabaja con seres vivos, atendiendo las actividades para atender las necesidades de los cultivos, como el riego, fertilización, siembra, manejo de plagas y enfermedades, entre otras, que son necesarias para tener buenos rendimientos”, manifestó.
El surgimiento de la Facultad, que hoy cumple 55 años y que ha egresado a más de 5 mil profesionistas, sucedió cuando cerró la Escuela de Agronomía de Ciudad Juárez, muchos estudiantes emigraron a Delicias, región generosa, pues cuenta con una diversidad de cultivos frutales, anuales, forrajeros; además del apoyo de agricultores de la región que permiten a los alumnos realizar prácticas en sus campos. La facultad ha dotado de profesionales a todos los municipios del estado y también a diferentes entidades de la República Mexicana.
“Ha sido un gran reto, hubo un tiempo en que teníamos muy poquitos alumnos y ahora ya vamos repuntando otra vez. La agricultura nunca se va a acabar, siempre vamos a tener qué comer. Tenemos una matrícula de 580 estudiantes de tres carreras en la Facultad, que son Ingeniero Forestal, Ingeniero en Administración de Agronegocios e Ingeniero Agrónomo Fitotecnista, siendo esta última la que tiene mayor demanda con un 60% de la matrícula”, compartió.
A consecuencia de la pandemia y de la falta de agua que se ha presentado en los últimos semestres, la directora manifestó que se han vivido tiempos difíciles en los que probablemente se siembre únicamente la mitad de la capacidad de los terrenos de cultivo, situación que se definirá cuando asignen el volumen de agua para cultivo, que se espera a más tardar en un mes.
“Ha habido muchos obstáculos: apoyos gubernamentales casi no hay, dejaron de otorgar para mecanización del campo, comprar tractores y maquinaria, y sistemas de riego. Mucho de esos apoyos, para la gente que tiene pequeñas superficies, es muy difícil acceder, porque si van a comprar un tractor, tienen que poner la mitad ellos, y no es tan fácil comprar la maquinaria, porque es una inversión muy grande, por lo que suben mucho los insumos, pero los precios de las cosechas bajan. A los agricultores se les compra muy barato, y de venta en anaquel cuesta tres o cuatro veces más de lo que le pagan al agricultor”, compartió la académica.
Para finalizar, la maestra Licón Trillo envió una felicitación a todos los agrónomos, tanto a los egresados como a los que no son egresados, y a los alumnos que serán en un futuro profesionistas del campo.
“También a los agrónomos empíricos, ellos tienen sus cosechas al 100% y hay muchos agrónomos que les dan asesoría. Un abrazo a cada uno de los agrónomos de Chihuahua y de México, ojalá que vengan tiempos mejores, porque ya hace falta que haya más apoyos para el campo”, concluyó.