Una de las fiestas religiosas más importantes de Chihuahua capital, inicia con la compra de ramitos y palmas hechos por manos artesanas, que preparan los racimos para ser benditos durante la celebración de este Domingo de Ramos 2023.
Los fieles se preparan previo a las misas que se celebran en la Catedral Metropolitana de Chihuahua, con la compra de los ramitos y palmas, cuyos precios varían desde los 20 pesos, en los más sencillos, hasta los más grandes y elaborados, que se venden hasta en 400 pesos.
En el atrio de Catedral, del lado de la Plaza de la Constitución, también llamada coloquialmente como Plaza de Armas, la vendimia inició desde temprano, y se espera que continúe hasta la última misa dominical, o hasta agotarse la venta de los artículos religiosos.
Se pueden encontrar desde sencillas crucecitas de palma, que luego se suelen colocar ya benditas en las puertas de hogares y negocios, para contar con la bendición divina durante todo el año. También hay hojas de palma en racimo, que por lo blanco de la punta de su tallo, simulan una especie de alcatraces planos.
Entre las más solicitadas, están las palmas trenzadas, trabajadas por expertas manos artesanas, que logran figuras de fantasía. También hay otras, a las que se les añaden imágenes y estampitas religiosas. Con menor frecuencia, y de precio más económico se encuentran los ramitos de manzanilla, y otros de flores, todos fabricados con la promesa santa de recibir la bendición, y ser un signo de ella para quien la adquiera en este Domingo de Ramos.
La bendición de las palmas y ramos, proviene de la escritura bíblica, en el Nuevo Testamento, donde se relata la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, unos días antes de su crufixión, donde el pueblo le reconocía como el Mesías, el Hijo de Dios, y ponía a los pies del burrito que montaba sus velos y finas telas, al tiempo que lo adoraban con palmas en alto, exclamando ¡hossanas!
Hoy en día, en las diferentes parroquias, capillas y templos católicos de la ciudad de Chihuahua, se celebra el Domingo de Ramos con la bendición de los ramitos y palmas, a través del rocío de agua bendita del señor arzobispo, Don Constancio Miranda Weckmann, sacerdotes, religiosas y religiosos, y se da por terminada la Cuaresma, para iniciar el siguiente día la Semana Santa, con las actividades del lunes santo.