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A 15 días de su nombramiento oficial como fiscal de Distrito Zona Centro, Heliodoro Araiza Reyes, ha expuesto lo que será su eje principal para desarrollarlo en la corporación a su cargo, en búsqueda de impulsar un cambio significativo en la administración de justicia y acercamiento con la gente.
Para El Heraldo de Chihuahua, el nuevo fiscal, ofrece una perspectiva prometedora sobre lo que denomina una "reingeniería de procesos", destinada a fortalecer la conexión con la comunidad, agilizar los trámites para presentar denuncias y, fundamentalmente, reducir la impunidad y los índices delictivos.
Aunque reconoció que no es una tarea fácil de llevar a cabo, se encuentra convencido que debe haber mejorar al interior de la corporación y que lo primero en lo que se debería concentrar además de atender los delitos que registra la corporación, es brindar una correcta atención a las víctimas.
En su compromiso por reformar y revitalizar el sistema judicial, el fiscal Araiza enfatiza la importancia de una transformación integral que trascienda los procedimientos burocráticos tradicionales, ya que dijo que una de sus metas, era restablecer la confianza de la ciudadanía en las instituciones de justicia y esta reingeniería de procesos, según Araiza, no sólo se trata de simplificar trámites, sino de establecer un enfoque más humano y cercano a quienes buscan amparo en la ley.
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Uno de los puntos esenciales en esta estrategia es la optimización de los tiempos para interponer una denuncia, pues el fiscal de distrito reconoce que la agilidad en este aspecto es fundamental para brindar a las víctimas una respuesta pronta y efectiva. "No podemos permitir que la burocracia retrase la búsqueda de justicia", subraya. Para lograr esto, se propone la implementación de tecnologías modernas que simplifiquen los procesos y faciliten la interacción con la fiscalía.
El fiscal Heliodoro Araiza destaca el papel crucial que la confianza ciudadana juega en esta transformación, pues aseguró que al mejorar la accesibilidad y la eficiencia de los procesos judiciales, prevé un aumento en el número de la incidencia delictiva, que no representa un incremento en los delitos, sino que se deriva de una reducción en la “cifra negra”.
Es decir que buscando el modelo de confianza, las personas que no se disponían a presentar una denuncia, pasarán a la cifra formal de quienes sí interpusieron una denuncia porque creen en nuestra institución, pero a la vez se reflejará en un aumento en los delitos.
Sin embargo, reconoce que la verdadera medida de éxito radica en la disminución de la "cifra negra", es decir, los delitos no denunciados. Una de las primeras etapas de esta estrategia involucra una revisión exhaustiva de cómo se presentan las denuncias. Araiza describe una transformación en términos de procesos, incorporando categorizaciones específicas que reflejen las necesidades individuales.
El fiscal propone la adopción de prácticas innovadoras, como el uso de plataformas electrónicas para presentar denuncias y la colaboración con la Facultad de Derecho local. Al involucrar a estudiantes capacitados en el proceso de atención al público, busca crear un ambiente de apoyo y asesoría desde el primer contacto con la fiscalía, pues busca que la meta es que los datos de denuncia sean recolectados una sola vez, evitando repeticiones innecesarias y agilizando la experiencia para la víctima.
En su enfoque de mejora continua, también aborda el desafío de la carga de trabajo en su equipo. Reconoce que los retrasos en la justicia se ven exacerbados por la acumulación de expedientes no resueltos. Como parte de su reingeniería, planea evaluar y depurar casos prescritos o ya resueltos, permitiendo a los coordinadores enfocarse en asuntos vigentes y para lograrlo, propone un enfoque de evaluación y apoyo individualizado en cada área.
Además anunció que con el paso de los meses, podrá implementar un programa para reconocer a los buenos ministerios públicos, que se esfuerzan por sacar adelante las investigaciones, pues recalcó que no es justo que un agente que no tiene un buen desempeño y uno que sí lo tenga, cuenten con el mismo sueldo y prestaciones.
Por ese motivo propuso que es necesario reconocer a los elementos que tengan un buen desempeño, que sería una de las estrategias que buscan implementar al interior para conocer del esfuerzo y el empeño que pone cada uno de los ministerios públicos.
A su vez, reconoció que la demanda de la Fiscalía de Distrito Zona Centro es una de las más grandes en el estado, ya que tiene a su cargo más de cinco municipios de la entidad y además cuenta con una demanda de denuncias de alrededor de 12 mil al año, que deben ser atendidas por 300 ministerios públicos y es por ello que también reconoció de la carga laboral que representa para cada uno de ellos.
En cuanto a los desafíos, el fiscal Araiza es consciente de la necesidad de equilibrar la atención inmediata con la planificación estratégica a largo plazo, mientras se centra en los problemas diarios, busca implementar un sistema de medición del desempeño que abarque más allá de los números. "El éxito no puede basarse únicamente en estadísticas cuantitativas”, su visión apunta a evaluar la calidad y la resolución de casos para recompensar a los elementos que demuestren un enfoque integral y eficiente.
En términos de seguridad, el fiscal resalta la colaboración con las fuerzas de seguridad y los esfuerzos conjuntos con el gobierno en los niveles local, estatal y federal. Establecerá estrategias diferenciadas para abordar delitos específicos, como robos, homicidios y fraudes, con el objetivo de reducir la impunidad y mejorar la seguridad pública, que se han convertido en uno de los principales objetivos.
