/ viernes 4 de octubre de 2024

"Ha sido un calvario": Madre buscadora espera localizar a sus dos hijos que están desaparecidos

Fabe González, quien acudió al Encuentro de Colectivos de Experiencias de Búsqueda en Chihuahua, relata todo el dolor y el daño que esto ha causado a su familia

Fabe González Linares es madre de Juan Carlos y Jonathan Alejandro Delgado González, la delincuencia se los arrebató. "No sólo se los llevan a ellos, nos llevan a todos", lamenta Fabe, quien forma parte del colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco (FUNDEJ), que agrupa a más de 500 familias. Sin embargo, la crisis de desapariciones en Jalisco ha dado lugar a la creación de 32 colectivos adicionales de búsqueda.

Actualmente, FUNDEJ instala un módulo a las afueras de la Fiscalía del Estado para ofrecer información, orientación y acompañamiento a las familias de personas desaparecidas. El horror infligido por los criminales ha alcanzado nuevos niveles: los cuerpos que se encuentran suelen estar mutilados, sin tatuajes y sin huellas dactilares, lo que hace más difícil su identificación.

Febe participó en el Encuentro de Colectivos de Experiencias de Búsqueda en Chihuahua, junto a buscadoras de Durango, Quintana Roo, Guanajuato, Morelos y Chihuahua. Su hijo Charly desapareció en 2019 a los 30 años, mientras que Jonathan, su otro hijo, desapareció el año pasado a la misma edad. El dolor se ha multiplicado para Febe, quien ha pasado de ser una madre buscadora a una abuela cuidadora de los hijos de Jonathan. Los pequeños aseguran que su padre no está desaparecido, sino que "los hombres del rifle se lo robaron".

Te puede interesar: Realizan en Carichí operativos de búsqueda de cuatro desaparecidos

"Ni a los que se llevaron a mis hijos les deseo el dolor que sentimos, ni lo que estamos viviendo", afirma con tristeza. Charly desapareció tras salir de su trabajo en una institución bancaria. Cinco días después, un amigo le informó a la familia que lo habían secuestrado. “Charly era un levantado, porque en mi día a día no consideraba a una personas desaparecida. Yo veía las manifestaciones, a las madres buscando, pero jamás pensé que a mi me fuera a pasar. Mis hijos eran cariñosos, padres de familia, casados y con muchos planes por delante", recuerda Fabe.

Jonathan trabajaba en un taller particular especializado en la instalación de redes, cámaras y circuitos cerrados. Al parecer, lo contactaron para colocar cámaras de seguridad en una residencia, pero al negarse, se lo llevaron.

Foto: Manolo Aguirre / El Heraldo de Chihuahua

Febe recuerda con dolor el momento en que Charly desapareció. No supo de su ausencia hasta 20 días después, ya que la Fiscalía la envió primero al Servicio Médico Forense (Semefo), donde le indicaron que debía levantar una denuncia. "No sabía que existía una fiscalía de desaparecidos, ni que hubiera una Comisión de Búsqueda o Atención a Víctimas. Nunca imaginé que terminaría en una oficina de Derechos Humanos", relata.

Leer también: Urgen Madres buscadoras base de datos de personas desaparecidas en agenda de Sheinbaum

Cuando la enviaron al Semefo, Febe pensó que su hijo ya estaba muerto y que solo iba a reconocer su cuerpo. Fue en ese momento cuando dejó de ser "Charly el levantado" para convertirse en "Charly el desaparecido".

"Fue muy doloroso estar del otro lado, con esas señoras que gritaban. Cuando me uní, me di cuenta de cómo habían pisoteado mis derechos", confiesa. Pasaron cinco años antes de que sus emociones se estabilizaran, y en ese tiempo, Febe comenzó a participar en búsquedas foráneas. "Jalisco tiene nueve Semefos", mencionó, mientras narraba su experiencia buscando en vida y en fosas. Durante estas búsquedas, han encontrado bolsas con restos humanos, con la esperanza de hallar algo que les permita identificar o localizar a sus hijos.

Habían pasado los años, y aunque el dolor por la desaparición de Charly seguía presente, Febe había aprendido a sobrellevarlo. Sin embargo, cuando Jonathan desapareció, fue una nueva herida que la derrumbó por completo. Una vez más, tuvo que tocar puertas y recorrer los Semefos. "Esta vez es aún más doloroso, porque a Jonathan se lo llevaron frente a sus hijos, cuando los recogía de la escuela". Los niños tenían 4, 6 y 9 años cuando presenciaron el secuestro.

➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua

Los hijos de Jonathan fueron golpeados en el proceso. "Ha sido un calvario inmenso. Soy madre buscadora, pero ahora también soy abuela cuidadora, tratando de sobrellevar esta situación", cuenta Febe. Los niños afirman que los señores con rifle se robaron a su papá. “No aceptan la desaparición, para ellos está robado”.

Foto: Manolo Aguirre / El Heraldo de Chihuahua

➡️ Recibe las noticias más relevantes de Chihuahua, Juárez y Parral directo a tu correo electrónico. ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!

Hasta la fecha, no hay pistas sobre el paradero de Jonathan. "La promesa siempre es la misma: si encontramos algo, les avisamos", relata Febe, con desesperanza. Han venido a Chihuahua a dejar su muestra genética debido a que se han percatado de que sus seres queridos desaparecen en un lugar y aparecen en otro.

En Jalisco, cada semana encuentran una fosa por semana, donde los cuerpos están segmentados, las cabezas por un lado, les quitan los tatuajes, les cortan las manos o cercenan sus huellas dactilares.

“Ha sido muy difícil el proceso de identificación”, afirma Febe. Las madres se han hecho expertas en armar los cuerpos que localizan cercenados. El dolor no se calma, tienen miedo porque han desaparecido a compañeras, pero el amor es más fuerte. Febe jamás se cansará hasta encontrar a Charly y a Jonathan.

Fabe González Linares es madre de Juan Carlos y Jonathan Alejandro Delgado González, la delincuencia se los arrebató. "No sólo se los llevan a ellos, nos llevan a todos", lamenta Fabe, quien forma parte del colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco (FUNDEJ), que agrupa a más de 500 familias. Sin embargo, la crisis de desapariciones en Jalisco ha dado lugar a la creación de 32 colectivos adicionales de búsqueda.

Actualmente, FUNDEJ instala un módulo a las afueras de la Fiscalía del Estado para ofrecer información, orientación y acompañamiento a las familias de personas desaparecidas. El horror infligido por los criminales ha alcanzado nuevos niveles: los cuerpos que se encuentran suelen estar mutilados, sin tatuajes y sin huellas dactilares, lo que hace más difícil su identificación.

Febe participó en el Encuentro de Colectivos de Experiencias de Búsqueda en Chihuahua, junto a buscadoras de Durango, Quintana Roo, Guanajuato, Morelos y Chihuahua. Su hijo Charly desapareció en 2019 a los 30 años, mientras que Jonathan, su otro hijo, desapareció el año pasado a la misma edad. El dolor se ha multiplicado para Febe, quien ha pasado de ser una madre buscadora a una abuela cuidadora de los hijos de Jonathan. Los pequeños aseguran que su padre no está desaparecido, sino que "los hombres del rifle se lo robaron".

Te puede interesar: Realizan en Carichí operativos de búsqueda de cuatro desaparecidos

"Ni a los que se llevaron a mis hijos les deseo el dolor que sentimos, ni lo que estamos viviendo", afirma con tristeza. Charly desapareció tras salir de su trabajo en una institución bancaria. Cinco días después, un amigo le informó a la familia que lo habían secuestrado. “Charly era un levantado, porque en mi día a día no consideraba a una personas desaparecida. Yo veía las manifestaciones, a las madres buscando, pero jamás pensé que a mi me fuera a pasar. Mis hijos eran cariñosos, padres de familia, casados y con muchos planes por delante", recuerda Fabe.

Jonathan trabajaba en un taller particular especializado en la instalación de redes, cámaras y circuitos cerrados. Al parecer, lo contactaron para colocar cámaras de seguridad en una residencia, pero al negarse, se lo llevaron.

Foto: Manolo Aguirre / El Heraldo de Chihuahua

Febe recuerda con dolor el momento en que Charly desapareció. No supo de su ausencia hasta 20 días después, ya que la Fiscalía la envió primero al Servicio Médico Forense (Semefo), donde le indicaron que debía levantar una denuncia. "No sabía que existía una fiscalía de desaparecidos, ni que hubiera una Comisión de Búsqueda o Atención a Víctimas. Nunca imaginé que terminaría en una oficina de Derechos Humanos", relata.

Leer también: Urgen Madres buscadoras base de datos de personas desaparecidas en agenda de Sheinbaum

Cuando la enviaron al Semefo, Febe pensó que su hijo ya estaba muerto y que solo iba a reconocer su cuerpo. Fue en ese momento cuando dejó de ser "Charly el levantado" para convertirse en "Charly el desaparecido".

"Fue muy doloroso estar del otro lado, con esas señoras que gritaban. Cuando me uní, me di cuenta de cómo habían pisoteado mis derechos", confiesa. Pasaron cinco años antes de que sus emociones se estabilizaran, y en ese tiempo, Febe comenzó a participar en búsquedas foráneas. "Jalisco tiene nueve Semefos", mencionó, mientras narraba su experiencia buscando en vida y en fosas. Durante estas búsquedas, han encontrado bolsas con restos humanos, con la esperanza de hallar algo que les permita identificar o localizar a sus hijos.

Habían pasado los años, y aunque el dolor por la desaparición de Charly seguía presente, Febe había aprendido a sobrellevarlo. Sin embargo, cuando Jonathan desapareció, fue una nueva herida que la derrumbó por completo. Una vez más, tuvo que tocar puertas y recorrer los Semefos. "Esta vez es aún más doloroso, porque a Jonathan se lo llevaron frente a sus hijos, cuando los recogía de la escuela". Los niños tenían 4, 6 y 9 años cuando presenciaron el secuestro.

➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua

Los hijos de Jonathan fueron golpeados en el proceso. "Ha sido un calvario inmenso. Soy madre buscadora, pero ahora también soy abuela cuidadora, tratando de sobrellevar esta situación", cuenta Febe. Los niños afirman que los señores con rifle se robaron a su papá. “No aceptan la desaparición, para ellos está robado”.

Foto: Manolo Aguirre / El Heraldo de Chihuahua

➡️ Recibe las noticias más relevantes de Chihuahua, Juárez y Parral directo a tu correo electrónico. ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!

Hasta la fecha, no hay pistas sobre el paradero de Jonathan. "La promesa siempre es la misma: si encontramos algo, les avisamos", relata Febe, con desesperanza. Han venido a Chihuahua a dejar su muestra genética debido a que se han percatado de que sus seres queridos desaparecen en un lugar y aparecen en otro.

En Jalisco, cada semana encuentran una fosa por semana, donde los cuerpos están segmentados, las cabezas por un lado, les quitan los tatuajes, les cortan las manos o cercenan sus huellas dactilares.

“Ha sido muy difícil el proceso de identificación”, afirma Febe. Las madres se han hecho expertas en armar los cuerpos que localizan cercenados. El dolor no se calma, tienen miedo porque han desaparecido a compañeras, pero el amor es más fuerte. Febe jamás se cansará hasta encontrar a Charly y a Jonathan.

Chihuahua

Investigan a casi 3 mil deudores alimentarios

De septiembre a octubre del 2024 se dispararon las denuncias por incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar

Doble Vía

¿Una fría Navidad? Pronostican tres tormentas invernales para diciembre

Cerrará el año con temperaturas por debajo de los cero grados centígrados y la posibilidad de lloviznas para los municipios de la región centro sur

Gossip

¡Llévate una! El Heraldo tiene para ti dos playeras autografiadas por Drake Bell

Participa en la dinámica que tenemos, la cual inicia mañana 25 de noviembre y sé uno de los dos ganadores de una playera autografiada por Drake Bell

Cultura

Parral en el Virreinato: El luto sólo podía durar 6 meses, después de ese lapso, había que pagar multa

En junio de 1705 se dio a conocer de manera oficial cómo debía llevarse el duelo en caso de morir algún familiar o conocido

Cultura

Voces femeninas, radios más fuertes y justas: presencia de las mujeres en la UACH

Radio Universidad ha roto esquemas para trata de consolidar la paridad de género en sus espacios informativos