En una entrevista reciente, Norma Ledezma, Coordinadora General de Justicia para nuestras hijas, expresó su preocupación por la falta de avances en casos de desapariciones en México. Ledezma señaló que los casos actuales son similares a los de hace décadas, ya que continúan sin resolverse, dejando a las familias en una angustia constante y sin respuestas.
En particular, Ledezma mencionó un caso reciente en el cual se ha detenido a un sospechoso, pero este se niega a proporcionar información sobre el paradero de la niña desaparecida. Esta situación ha generado una profunda tortura psicológica y emocional para la familia, sumergiéndolos en la desesperación de no saber qué le ha sucedido a su ser querido.
La Coordinadora General de Justicia para nuestras hijas hizo hincapié en que la falta de avances en estos casos es especialmente dolorosa, considerando que el sistema de justicia tiene herramientas y protocolos para obtener información de los presuntos responsables. Ledezma afirmó que existen situaciones dentro del mismo sistema legal que superan las condiciones para obtener la información necesaria que podría conducir al paradero de la víctima.
Ledezma destacó la importancia de que el sistema legal respete los límites establecidos por el derecho en el proceso de interrogación de los imputados. Si bien es comprensible la necesidad de obtener información crucial para resolver los casos, es fundamental garantizar que los derechos de los acusados no sean violados durante el proceso.
La Coordinadora nos recordó que hace unas semanas sobre la tregua que están pidiendo las organizaciones de mujeres perdidas en otros estados, las cuales les suplican a las personas que se llevaron a sus familiares que les digan donde los dejaron en relación con que, no siempre teniendo a la persona que lo hizo confiese.
En estos casos, la titular de Justicia para nuestras niñas opina que es mejor apelar a la conciencia, no solo del autor de la desaparición de Alexa, sino también a cualquier individuo que se haya visto involucrado o solo tenga información de lo que paso con la menor que lo informe a las autoridades.
Tomando el mismo punto, las autoridades no pueden tomar una postura que viole los derechos humanos, pues, aunque se utilizara la coerción o procedimientos abusivos, la información obtenida sea la que se desea, pero no necesariamente la verdadera.
Entonces, en palabras de la abogada Ledezma ‘Hay que apelar a la conciencia que probablemente la tiene dormida y que ojalá tenga un episodio de misericordia para que pueda decir dónde dejó a la niña’.
Medio millar de mujeres desaparecidas al año
Dentro del estado es difícil concretar una cifra exacta que diga el promedio de las mujeres desaparecidas pues es muy variable, sin embargo, se puede presumir que al año son más de 550, el número puede alterarse pues no todos los casos se quedan sin resolver así que este tiende a bajar.
En razón a las alertas al mes, la unidad especializada en personas desaparecidas y la organización Justicia para nuestras hijas, reciben un aproximado de 25 reportes de desaparecidas mensuales dentro de la capital de chihuahua, casos de los cuales un 98% se resuelven favorablemente.
La organización de la señora Norma Ledezma les da un mensaje a las niñas y mujeres a despegarse de las redes sociales y tener cuidado con la información que comparten, pues por medio de las redes sociales es como atrapando a las niñas, también le hace una amable invitación a los padres de todas las menores el realizar ciertos ejercicios a concientizar a las niñas y que aprendan a que no todos los que les hablan por internet tienen buenas intenciones.
Igual a los padres y familiares que tengan algún menor en casa que procuren crear y mantener una buena comunicación de tal forma que la niña pueda tener la confianza de hablarles si alguien en la calle intento abordarlos, pues los depredadores están afuera siempre al acecho.
De igual forma Norma Ledezma nos da un llamado a todos como sociedad en general que cuidemos a nuestras hijas, debemos ver a las niñas como alguien de nuestra familia, hay que dejar de lado los secretos familiares, no debemos callarnos los problemas que tenemos en casa. Nosotros como adultos podemos identificar los factores que determinan la seguridad de nuestros menores.
También se comentó el consumo y abuso de sustancias nocivas, en especial entre los adolescentes que comienzan con la curiosidad de probar cosas nuevas, se van haciendo adictos y se crea este falso enamoramiento por el sentimiento que crea la droga, lo que los hace más susceptibles a caer en los brazos de los abusadores.
En apariencia se podría alegar que la niña es quien voluntariamente se expone a un grupo donde correrá con peligros alarmantes como poner en riesgo su integridad física, su libertad integral y hasta su propia vida.
Como sociedad debemos estar alertas y cuidar de todas las mujeres como si fueran nuestras, no esperar a que pase una desgracia para entonces si ponernos en acción, ‘los adultos debemos tener mayor conciencia para proteger, cuidar, encaminar, si vemos a una niña que sale de la escuela, que va sola hay que tratar de protegerla desde la sociedad civil en general’ mencionó la señora Norma.
Se tienen ya dos décadas intentando erradicar estos problemas, entonces se pide que apelemos a la sociedad civil y a los docentes identificar todo lo que se presente como una amenaza y que se concientice a los menores, pues a una edad tan temprana se ha vuelto natural el tener un teléfono celular y las personas adultas somos los responsables de salvaguardar la información de nuestros hijos.
En Chihuahua capital se da un estimado que entre los 12 a los 18 años y 21 a 20 años son las edades más vulnerables al ser captadas por aquellos que hacerles daño a las mujeres según la percepción de la organización Justicia para nuestras hijas.