La comunidad del Centro de Atención Múltiple 7009 Juan Jacobo Rousseau dio la bienvenida a Nicolás, un nuevo terapeuta de cuatro patas, que forma parte del programa Huellas de Esperanza.
Nicolás es un perro de la raza Labrador Inglés, tiene un pelaje brilloso de color negro azabache, sus ojos café profundo se iluminaron con la calurosa recepción de quienes, de hoy en adelante, serán sus compañeros de juego y aventuras terapéuticas.
La comunidad del CAM es la primera en el estado en contar con un perro de terapia, mismo que cuenta con pedigree y será certificado.
Nicolás tendrá como misión apoyar a los estudiantes a disminuir sus niveles de ansiedad y estrés, además de ser una motivación para que realicen sus actividades académicas. A largo plazo se busca que las niñas, niños y adolescentes con discapacidad puedan disminuir la ingesta de medicamentos.
La maestra Gabriela Flores, directora del CAM 7009 explicó que Nicolás tiene seis meses, es un perro de terapia que asistirá en las funciones de autocuidado, aprendizaje y diversión.
La idea surgió cuando una de las alumnas llevó a su perro de asistencia, por lo que se dio a la tarea de buscar un perro de terapia en el iCAN Centro de Adiestramiento Canino. “La idea es brindar una herramienta más para los docentes y ayudar a que el perro acompañe a los estudiantes en sus actividades, ya que además podrán participar en el adiestramiento”.
El doctor Rafael de Jesús Ruiz Stirk, psicólogo del CAM es quien decidió adoptar al cachorro como parte de su familia, Nicolás y Rafa acudirán a diario a trabajar a fin de lograr un mejor desarrollo y motivación en cada usuario.
En el patio de la institución se realizó la ceremonia de bienvenida al nuevo integrante de la comunidad CAM 7009, por lo que portaban una calca con la foto de Nicolás, quien además demostró sus habilidades de juego al atrapar unas pelotas.
También se dejó acariciar por cada uno de los estudiantes, a quienes, de vez en vez, les devolvía el gesto con un lengüetazo.
UNA MISIÓN PERRUNA
Nicolás es un perro activo, listo, positivo, cariñoso y reconfortante, por lo que es ideal para ser un perro de terapia.
Estamos muy contentos en el CAM de tener este perro porque le va ayudar a los alumnos en el ámbito escolar
En el aula, Nicolás será un motivar del aprendizaje, sobre todo para aquellos alumnos que no quieran ir a la escuela o no deseen hacer alguna actividad. La idea es que la convivencia con el perro sea un premio para que culminen sus actividades rápido y de la mejor manera posible.
Otro de los objetivos es que el perro pueda ser asistente de los alumnos, es decir, que les ayude en actividades que facilite la estancia de los alumnos como lo es abrir la puerta, llevar cosas e incluso sacar el lonche de la mochila.
Además de que los alumnos con discapacidad con habilidades cognitivas más grandes podrán apoyar en el entrenamiento de Nicolás.
El psicopedagogo destacó que el reto será contar con un perro de este tipo en cada escuela de Educación Especial.
UN EJEMPLAR ÚNICO
Nicolás es uno de los sietes hijos de Max y Siena, dos perros de pedigree. Ellos forman parte del criadero de iCAN Centro de Adiestramiento Canino, dedicado a la reproducción de perros de servicio.
Rubén García Gándara de iCAN destacó que el criadero se ubica en San Francisco de Borja y actualmente están tratado de hacer accesible los perros a los diferentes tipos de usuario, ya que son ejemplares caros.
Nicolás cuenta con un certificado de que se encuentra libre de enfermedades.
Se espera que en un futuro junto con su manejador pueda acceder a los centros comerciales, restaurantes, y cualquier tipo de establecimiento, además de viajar en autobús o en avión.
El costo de un ejemplar de ese tipo y su adiestramiento ronda en los 65 mil pesos, en el caso del CAM se hizo un gran esfuerzo y se vendió como si fuera un perro mascota.
El precio de cada ejemplar depende de las actividades que va a realizar para su usuario, entre más complejas sean, más costoso será.
Queremos que muchas personas puedan tener acceso a perros de servicio
De los siete perros de la camada, solo tres resultaron aptos para el servicio, ya que desde cachorros se les realizan pruebas entre ellas que no se inquiete con ruido, que le gusta que lo toque y lo van moldeando.
Nicolás se convirtió en perro de terapia y dos de sus hermanos podrán convertirse en rastreadores de narcóticos.