Este es un tiempo de triunfo, alegría, gozo y felicidad, por lo que exhortó a la feligresía a celebrar que Jesús no se quedó en la muerte sino que resucitó y con elo dio vida en abundancia, señaló el presbítero Raymundo López Aguirre, párroco de Catedral.
Lo anterior al presidir la celebración eucarística de este III Domingo de Pascua, luego de que el arzobispo de Chihuahua Monseñor Constancio Miranda Weckmann se encuentra de visita en Roma.
La visita Ad limina Apostolorum se realiza del 22 al 30 de abril, es el encuentro con el Santo Papa Francisco y la peregrinación a las tumbas de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, pastores y columnas de la Iglesia Romana.
El sacerdote señaló que la pascua es una gran invitación a seguir a Jesús resucitado, es la oportunidad de encontrarse con él para que en vida cada uno pueda dar frutos abundantes.
De la misma manera destacó que tener fe no significa acudir todos los domingo a misa y tener mucha sabiduría sobre las escrituras, sino descubrir el tesoro más bello y maravilloso de la vida que es Jesús, que sigue ofreciendo su palabra y alimento para que tengan vida y abundancia los creyentes.
El párroco de Catedral animó a los feligreses a ir descubriendo con el Señor, a no quedarse en sus problemas y sus depresiones, sino que se dejen tocar por Jesús, escuchar su palabra, amor y misericordia.
Los exhortó a decirle a Jesús: “¡Quédate Señor con nosotros e ilumina mi vida!”, tal y como los caminantes de Emaús lo hicieron, al encontrarse con Jesús resucitado.
“Jesús resucitado está entre nosotros, está en el cirio pascual, descubre su amor y misericordia para encontrarle significado a tu vida”, enfatizó el presbítero, quien animó a los asistentes a la santa misa a dejarse iluminar por Jesús y dejar de lado sus oscuridades y pecados, para sembrar alegría en el corazón y descubran que la vida es bonita si se dejan tocar por el amor de Dios, buscar de buena voluntad ser mejor.