Cuatro osamentas incompletas, treinta muestras óseas y más de 90 evidencias de interés criminalístico no biológico, son los hallazgos que se aseguraron en la intervención del Ejido 6 de Enero en el municipio Cuauhtémoc, informó Víctor Alfredo Hinojos Paredes, titular de la Comisión Local de Búsqueda.
La intervención de campo en el predio mencionado culminó y el pasado lunes inició la fase de análisis antropológico por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense, Servicios Periciales y peritos en antropología de la Comisión Local de Búsqueda.
Los restos humanos asegurados no tienen degradación, por lo que se confía en que pronto podrán conocer su identidad y dar paz a las familias de estas víctimas.
El licenciado en Derecho, Víctor Alfredo Hinojos Paredes explicó que desde el año pasado se inició la intervención en el Ejido 6 de Enero, a través de los trabajos coordinados entre la Comisión Local de Búsqueda, Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y la Fiscalía de Distrito Zona Occidente, a lo cual se sumaron Secretaría de la Defensa Nacional, Guardía Nacional, Servicios Periciales y la Agencia Estatal de Investigación.
El procesamiento de este sitio en el municipio de Cuauhtémoc se debe a que se trata de una extensión de terreno bastante amplia que se identifica como un lugar de depósito de personas, mismas que desaparecieron o fueron privadas de la libertad en una temporalidad aproximada del 2011 al 2015.
Este año se inició un nuevo trabajo de campo que comprendió 5 semanas, a fin de agotar en su totalidad las redes hidrológicas que se encuentran en el ejido, donde se han localizado restos óseos de personas.
El lunes inició el análisis que se espera concluir en esta semana, los trabajos incluyen los seriados fotográficos y los periciales en materia de antropología forense, que puedan ser susceptibles para obtención de perfiles biológicos genéticos.
Las muestras se tomarán dobles, una para la Fiscalía General del Estado y otra para el EAAF que serán enviadas al Laboratorio ubicado en Córdoba, Argentina, ello con la finalidad de obtener los perfiles a la brevedad y realizar los cotejos con las bases de datos de familiares de personas desaparecidas en el estado de Chihuahua.
Intervención en campo y análisis
La intervención en campo llevó 5 semanas de trabajo por sectorización con un GPS diferencial para marcar los recorridos diarios donde se revisaban de 2 a 3 arroyos en recorridos terrestres en lo que participaron alrededor de 40 personas.
Se apoyaron con tecnología de punta con dron para la documentación foto y videografica, el comisionado afirma que todo ello representa un gran reto pero a la vez una meta para avanzar en la localización e identificación de personas que se encuentran desaparecidas en el estado.
En este caso el predio era usado como cementerio clandestino, donde las víctimas eran enterradas de manera superficial u ocultadas con rocas. En este sitio solo se tiene un caso de restos calcinados.
El trabajo de campo arrojó la localización de cuatro osamentas incompletas, aproximadamente 30 restos óseos y aproximadamente 90 evidencias de interés criminalístico no biológico como son prendas de vestir, calzado y elementos balísticos.
Los restos no tienen alteración térmica.
Una vez que se obtenga el perfil genético se realiza el cotejo de las bases de datos de familiares con personas desaparecidas, dicho cotejo se realiza de manera automatizada por parte del Departamento de Genética de la Dirección de Servicios Periciales de la FGE.
Con estas acciones se podrá dar tranquilidad a familias que buscan a sus seres queridos.
El Ejido 6 de Enero abarca el municipio de Cuauhtémoc y una parte de Cusihuiriachi, en aquella época se trataba de un lugar de difícil acceso y fácil ocultamiento. Ahora con la reforma a los ejidos se dividió en pequeñas propiedades ya delimitadas y cercadas.
El epicentro de la desaparición
Hay que recordar que en la época de 2011 a 2014, el municipio de Cuauhtémoc fue señalado como el epicentro de la desaparición en el estado, incluso organizaciones internacionales hacían señalamientos del incremento en la incidencia.
A pesar de que se recuperaron varios restos, el modus operandi del grupo criminal que operaba en la zona era calcinar los cuerpos, la alteración térmica destruía el núcleo de ADN y en aras de obtener los perfiles genéticos se buscó el apoyo del EAAF, ello con la intervención del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, que brinda acompañamiento a familias de personas desaparecidas.
De acuerdo a archivos periodísticos en la época que se registró el incremento en las desapariciones de personas en Cuauhtémoc, el grupo criminal que operaba era La Línea bajo el mando de César Arias Barrera, alias El Indio, a quien asesinaron en compañía de su hermano Iván Arias Barrera, El Talibán.
Su sucesor fue un sujeto apodado El Potrillo, quien fue detenido en el 2012 y por ello César Raúl Gamboa Sosa alias El Cabo o El Tigre se quedó al frente de la Línea.
El modus operandi de La Línea era muy sádico, se trataba de personas exmilitares entrenados, cuando muere El Indio empiezan a desaparecer esos militares.
Para el 2016 la presencia del Cártel de Sinaloa se fortalece cuando El Cabo cambia de bando.
A la fecha, continúan los dos grupos criminales peleando el territorio y la problemática de desaparición no cesa y se prevé pueda incrementarse debido a que hay un grupo independiente que está traficando el cristal.
Con lupa para identificar
Anteriormente, el comisionado se desempeñaba como titular de la Coordinación de la Unidad Especializada en Personas Desaparecidas en la zona Occidente del estado, por lo que conoce de primera mano la problemática que vive Cuauhtémoc, por lo que además del EAAF se buscó el apoyo de laboratorios externos particulares como Bode en EU, Novagen en Monterrey y ahora de Servicios Periciales para los casos que no se tienen contemplados en el convenio con el EAAF para que los procese la Guardia Nacional, ya que cuentan con un laboratorio especializado en genética, se trata de casos complejos de diversos municipios que requieren de tecnología como es la secuenciación masiva.
Con el EAAF el convenio abarca cuatro predios como lo son Rancho Dolores, Ejido 6 de Enero, El Mortero y El Porvenir, en estos dos últimos se ha trabajando con la unidad de investigación y se van a revisar de nuevo. A la fecha todavía se trabaja en laboratorio las muestras localizadas en el Rancho Dolores.
Una fuerza de trabajo entrenada
Actualmente la CLB está integrada por 26 elementos incluido el comisionado, se trata de un grupo multidisciplinario de agentes del ministerio público, agentes de investigación, peritos en materia de criminalística de campo y peritos en antropología forense. A ellos se suman dos K9, Striker y la nueva adquisición que se encuentra en entrenamiento.
Hay que mencionar que Striker fue crucial para la localización de las 13 personas migrantes de Coyame y de los 3 jóvenes recuperados en el Ejido Francisco I. Madero en Chihuahua.
Estos elementos hay que dividirlos a fin de atender todas las peticiones, esta semana tienen intervención en Parral y Ojinaga. Pero han estado trabajando en Juárez, Casas Grandes y Madera.
Una de las quejas reiteradas de los colectivos era que la CLB no tenía la capacidad para atender todas las peticiones de rastreos, por lo que ahora se trabaja con agenda semanal, tanto las peticiones del ministerio público por carpetas de investigación, como el seguimiento de una desaparición, los colectivos que representan a las familia e incluso las peticiones que se hacen a través de la página de Facebook de la CLB. Además del programa de recompensas para obtener información para lograr la localización, así como la búsqueda en vida a través de la pega de las cédulas de las personas desaparecidas.
El licenciado Hinojos Paredes detalló que están trabajando para fortalecer a la CLB, a la fecha ya se cuenta con una antropóloga y un perito en criminalística para Juárez y se está conformando un grupo de búsqueda para atender la zona norte y noroeste del estado.
Además cuentan con equipamiento tecnológico terrestre, aéreo y acuático.
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La CLB además coadyuva en la Unidad de Personas Desaparecidas, Fiscalías Especializadas, cateos de la FEM y apoyan con el georadar que detecta las alteraciones en el subsuelo. A ello se agregan las colaboraciones de búsquedas remotas que envían de todo el país.
“Es mucho trabajo y muchos retos, porque no es nada más Chihuahua donde existe la problemática de desaparición, podemos decir que es una problemática generalizada a nivel nacional”.
Una de las metas de este año es contar con drones aéreos y un GPR para fortalecer el equipo de búsqueda de la zona de Juárez, para ello trabajan en el subsidio federal para acceder a este equipamiento. El año pasado pudieron acceder a teléfonos satelitales.