La contadora Sandra Castellanos es víctima de acoso y hostigamiento laboral en la Institución Benemérita y Centenaria Normal del Estado de Chihuahua (IBYCENECH), lo que a la postre la llevaron a perder su salud y enfrenta una parálisis de Bell. Ante tal situación decidió acudir a la Fiscalía General del Estado para interponer la denuncia correspondiente.
Los problemas de la contadora iniciaron desde el cambio de administración y se agudizaron desde el pasado mes de febrero, cuando personal docente, administrativo y de apoyo cerraron las instalaciones de la escuela en protesta por los abusos de autoridad por parte del director, Héctor Alejandro Navarro Barrón, y el subdirector administrativo, Alán Agüero Luján, a quienes posteriormente les impidieron el acceso. A los directivos los cesaron y se quedó como encargada de despacho Claudia Selene Garibay Moreno, quien fungía como subdirectora académica.
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A Sandra Castellanos la empezaron a acosar cinco compañeras secretarias, quienes incluso le impidieron el paso a su oficina porque aseguraban era parte de la gente de los directivos cesados.
La denuncia establece que esas cinco mujeres fueron muy groseras con ella, incluso varias personas más se confabularon para imponer a tres personas externas para realizar una auditoría, la cual no estaba autorizada por el Gobierno del Estado, sino que se tomó la decisión de manera unilateral por parte de los trabajadores de la dirección.
La presión sobre la empleada se agudizó, al grado de llegar a un grado de ansiedad y estrés importante que la mantuvieron en varias ocasiones incapacitada.
El acoso era permanente, pero hace 10 días, convulsionó en nueve ocasiones en las instalaciones de la institución educativa, la mujer recibió atención médica pero volvió a convulsionar en cinco ocasiones. La diagnosticaron con parálisis de Bell a consecuencia del estrés.
A pesar de que la encargada de dirección se percató de la situación, al siguiente día volvió a acosarla.
Harta de la situación interpuso una demanda ante la FGE y la derivaron a la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos, por lo que el pasado jueves se apersonaron representantes del Departamento Jurídico, fiscalía, y la representación sindical para entregar documentación y el puesto a la encargada de dirección, pero no fueron atendidos.
Este viernes se concretó la entrega, en espera que las investigaciones continúan, ya que el acoso es hacia todo el personal, ya que las referidas secretarias se han tomado la atribución de checar a qué hora llega cada trabajador, si llegan tarde ponen un reporte, incluso checan el control de la subdirección administrativa a fin de conocer quiénes piden permiso y para qué, es decir desempeñan una labor que no les corresponde y sí afecta el ambiente laboral.