El deceso de 7 niños de la comunidad indígena de Choréachi a consecuencia de la grave desnutrición que viven en la zona serrana de Guadalupe y Calvo motivó la recomendación 12/2023 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, donde se asienta la violación al derecho a la vida y la salud, entre otros.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió dicha recomendación dirigida a la gobernadora María Eugenia Campos Galván y al presidente municipal de Guadalupe y Calvo, Julio César Chávez Ponce.
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En la recomendación se detalla el viacrucis que sufren los integrantes de la comunidad indígena rarámuri para acceder a la salud, pues de acuerdo con el estudio que se realizó de los 80 niños que viven en la comunidad, sólo 13 tienen un peso ideal conforme a su edad, el resto, es decir, 76%, padece desnutrición, de ellos 21 en nivel moderada y 8 grave.
La abogada Rosa María Sáenz, de la asociación Alianza Sierra Madre, informó que el órgano derecho humanista da un plazo de seis meses para realizar un censo actualizado para conocer cuántos niños viven en la comunidad, así como un diagnóstico sobre el estado nutricional en el que se encuentran y necesidades en materia de acceso colectivo a la salud, a la seguridad alimentaria, esto con la finalidad de generar una adecuada planeación de los recursos materiales y humanos indispensables para implementar las medidas individuales y colectivas.
La abogada señaló que la recomendación es en atención a la muerte de 7 pequeños, en un periodo determinado, sin embargo, hay otros casos debido a que la desnutrición es una situación reiterada en la zona tarahumara, que no sólo afecta a los menores sino que las gestantes la padecen.
En Choréachi hay más de 900 personas, el 70% son mujeres, por lo que se espera que con el diagnóstico que se recomienda se podrá conocer la cantidad de personas que padecen desnutrición, ya que muchas de las víctimas nacieron y fallecieron por deficiencia alimentaria.
Los antecedentes son que las autoridades de la comunidad rarámuri presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por el fallecimiento de siete niñas y niños rarámuri menores de 5 años que presentaban desnutrición severa. Por la gravedad y trascendencia del asunto, el caso fue atraído por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Cabe señalar que estos fallecimientos, por la misma causa, no son los únicos que se han presentado durante los últimos dos años en esta comunidad.
La CNDH examinó las evidencias del expediente e hizo al menos dos visitas con personal especializado a la comunidad para ampliar la información y un vez integrado el expediente, concluyó que las autoridades del Estado de Chihuahua incurrieron en graves violaciones a los derechos humanos de la comunidad indígena, que son a la salud, a la vida y al interés superior de la niñez, y de manera colectiva, derecho a la salud, alimentación, educación y nivel de vida adecuado.
Con base en el resultado de las entrevistas, se pudo documentar que el centro de salud más cercano a la comunidad de Choreachi se encuentra aproximadamente a dos horas y media en auto; que el Centro de Recuperación Nutricional (Cerenam) sigue sin médico y ya se han registrado muertes de mujeres embarazadas a causa de falta de atención médica y dificultades para transportarlas a los hospitales, por la lejanía, falta de acceso a la comunidad, falta de ambulancia y de atención por parte de las autoridades.
Por su parte, la Caravana de Salud, que llega a la cabecera de la comunidad, está conformada por un chofer y una enfermera, carece de personal médico que otorgue medidas de atención y tratamiento apropiado de primer contacto, lo que compromete el acceso a la salud de la población de las comunidades donde brinda el servicio.
La recomendación señala que: "Debido a la discriminación, la exclusión social, las políticas de asimilación y otros factores que históricamente de manera injusta han sufrido los pueblos y comunidades indígenas asentados en el territorio nacional, se encuentran en una situación de vulnerabilidad que ocasiona que el acceso a los bienes y servicios, necesarios para que vivan de manera digna y se desarrollen de acuerdo con sus aspiraciones propias, sea muy difícil, situación que se exacerba en las mujeres y la niñez de estos pueblos, por lo que pueden encontrarse en situación de múltiple vulnerabilidad”.
Se recomienda realizar el abordaje de la problemática desde una perspectiva del contexto social en el que se encuentra actualmente la comunidad indígena rarámuri de Choréachi, desde un enfoque de interseccionalidad, con la finalidad de que las autoridades encargadas de velar por la garantía, protección y promoción de sus derechos humanos tengan un panorama más amplio sobre sus necesidades y en conjunto con la comunidad realicen las acciones necesarias para lograr la reparación del daño ocasionado a las víctimas de violaciones a derechos humanos.
La CNDH determinó que la comunidad en general y predominantemente los niños de Choréachi, municipio Guadalupe y Calvo, Chihuahua, se encuentran en situación de vulnerabilidad, debido a que es una comunidad alejada y dispersa, ubicada en la Sierra Madre Oriental, sin medios de transporte ni comunicación eficaces que también limitan e impiden el desarrollo de la población y se sintetiza en pobreza con mayor riesgo de enfermar y fallecer sin atención médica, por lo que es urgente que se destinen recursos económicos, sociales y culturales potenciales que mejoren y garanticen la calidad de vida de las personas a través de acceso a la educación con pertinencia intercultural, fuentes de empleo, alimentos suficientes en calidad y cantidad, atención materno infantil, agua potable, saneamiento, servicios de salud adecuados, para contrarrestar la desnutrición desde un enfoque preventivo.