El arzobispo de la provincia católica de Chihuahua, monseñor Constancio Miranda Weckmann, presidió la sagrada eucaristía del segundo domingo del tiempo del adviento, desde la Catedral Metropolitana de Chihuahua, donde invitó a la feligresía a prepararse para recibir la navidad 2024, con obras de servicio a las personas que les rodean.
“Las lecturas nos presentan el anuncio de la llegada del Señor y la preparación que debemos tener para recibirlo. El tiempo del adviento es de preparación para la navidad, para vivir la solemnidad de la natividad de Jesús. Cuando conmemoramos el acontecimiento de la primera venida de Dios, entre nosotros; pero también, dirige la mirada a la segunda venida del Señor, al final de los tiempos”, expresó don Constancio Miranda.
El arzobispo de Chihuahua mencionó que la Iglesia invita a meditar en dos figuras durante el tiempo de adviento, que son la Virgen María y San Juan el Bautista.
Sobre Juan el Bautista, explicó que es aquel de quien habló el profeta Isaías, diciendo, que es la Voz que clama en el desierto.
“Durante el tiempo del adviento aparece el significado de la misión de Juan el Bautista, su figura se impone con una actitud de fidelidad, de respuesta fiel a la nueva manifestación que Dios hace en esta navidad. Se presenta predicando la necesidad de convertirse, el bautismo de Juan, que realizara en el río Jordán, tenía un marcado carácter de conversión interior, que disponía a recibir a Jesucristo”, afirmó monseñor Miranda.
En ese sentido, discernió que Juan el Bautista, es el anunciante de la salvación, pero es simplemente la voz del que anuncia, “Viene aquel de quien yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias”, es decir, no es el que salva, sino el que anuncia a aquel que es la salvación.
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Por eso, invitó a todos los presentes quienes asistieron a la misa dominical a pesar del frío gélido de la mañana de este domingo 10 de diciembre, a interiorizar el evangelio, pero también, a realizar obras exteriores que beneficien al prójimo, o que sean signos de la llegada de Jesús, a través de la navidad.
“Qué bueno sería que para prepararnos para la próxima navidad, nos preparamos como hacía Juan el Bautista, como una obra de caridad a nuestros hermanos necesitados, poniendo el nacimiento en nuestra casa, rezar alguna oración especial esperando la venida del Mesías, confesándonos, visitar algún enfermo, comulgar en la misa, ayudar en la parroquia, con alguna tarea, aunque sea sencilla y sobre todo, asistir a la eucaristía, que es lo más grande, entre muchas formas que nos pueden ayudar”, exhortó.
Para finalizar, el arzobispo Miranda Weckmann, invitó a pedir la Virgen María y a San José, esmeradamente, su ayuda para preparar los corazones como un hogar, como un portal de Belén calientito donde esté María y José, a que ayude a que Jesús nazca en medio de las familias, y preparar el corazón pero también el hogar, para que Jesús, naciendo crezca, dé a todos la salvación que trae.