“¡Anímate a beber el vino de Jesús y anímate a descubrir el tesoro bonito que Jesús ofrece, tira el vino malo de la soberbia, egoísmo y rivalidad”, fue la invitación que lanzó el presbítero Raymundo López Aguirre, párroco del Sagrario-Catedral Metropolitana al presidir la misa dominical.
En el segundo domingo ordinario invitó a la grey católica a beber el vino nuevo que Jesucristo ofrece a través de su palabra, además de experimentar el amor eterno de Cristo a través de la eucaristía.
En este domingo se reflexionó sobre el evangelio según San Juan donde Jesús convirtió el agua en vino, ello luego de que María, su madre se dio cuenta que el vino se había terminado y ello había llenado de angustia y sufrimiento a los novios. Esta obra en las bodas de Caná de Galilea fue la primera manifestación celestial de Jesús.
El sacerdote señaló que este pasaje es una buena oportunidad para reflexionar que la liturgia y la palabra de Dios son una herramienta para encontrar el gozo y la felicidad.
Ante ello llamó a la grey católica a beber el vino nuevo que Jesús, “El vino nuevo esta en medio de nosotros, pero necesitamos beberlo, necesitamos escuchar la palabra de Jesús y ponerla en práctica”.
Señaló que el agua convertida en vino es gozo y felicidad, “No se trata solo decir que tenemos fe y pedirle a Dios, hay que poner en practica esa palabra. Si bebemos el vino de Jesús no habrá tristeza”.
Resalto que si su corazón esta lleno de miedo y angustia es porque aun no han bebido el vino nuevo que se transforma en alegría cristiana.