Cuauhtémoc Estrada Sotelo, coordinador de la bancada de Morena en el Congreso del Estado, respondió al desplegado emitido por la Iniciativa Privada (IP) y diversas organizaciones religiosas respecto al tema de los libros de texto gratuitos (LTG) aseverando que ellos no representan al pueblo chihuahuense.
Ante el reciente desplegado realizado por parte de diversos organismos empresariales y religiosos en los que manifestaron que la mayoría de los chihuahuenses apoya a la gobernadora, María Eugenia Campos respecto a la decisión de no distribuir los libros de texto gratuitos y de interponer una controversia constitucional, el morenista rechazó esa intervención de intereses privados en las escuelas públicas.
Estrada Sotelo cuestionó esa postura que dijo intenta interponerse y usurpar la representación ciudadana de los chihuahuenses, pues recordó que en ningún momento se realizó una consulta pública para asumir que los habitantes están de acuerdo con esa nueva “agresión” por parte de la mandataria estatal.
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“¿Cómo se apropian de una representación?, ¿Por qué consideran que nos representan?, ¿Cuántos de sus hijos están en escuelas públicas?”, fueron algunos de los cuestionamientos lanzados por el diputado a través de un video compartido en sus redes sociales.
Por lo anterior, el morenista pidió seriedad a los órganos empresariales y que se aboquen a sus empresas e intereses, así como el detener la intención de imponer sus posturas como si fueran representantes populares, igualmente, los exhortó a postularse si su deseo es ser representantes.
“Ustedes tienen una posición siempre de vista hacia el negocio y no al desarrollo social y el desarrollo educativo que tanto quiere nuestro país”, sentenció Estrada por la intervención de los empresarios en temas que consideró les competen a los servidores públicos.
Advirtió que en Chihuahua se cuenta con una defensa de la escuela pública y de los libros de texto gratuitos, toda vez que los padres de familia han iniciado a expresarse ante la necesidad de materiales educativos.
Mientras eso ocurre, denunció que los empresarios “como en otras ocasiones” se niegan al aumento de los salarios, de las vacaciones, de los intereses de los trabajadores y ahora también de los libros en las escuelas públicas.