La Nueva Escuela Mexicana será un cambio en la política educativa que incluirá los saberes de las maestras y maestros mexicanos, materiales acordes a la cultura latina y la decolonización de modelos extranjeros. Para la maestra Romelia Hinojosa Luján, formadora de docentes y doctora en Educación, es un modelo socio crítico en busca de la solución de problemas.
Señaló que hay personas que ostentaron el poder o administraciones gubernamentales que usaron a la educación para alienar, enajenar a las personas, “La educación ha sido utilizada sólo para reproducir lo que se viene haciendo y este nuevo modelo plantea que la educación pueda ser no ideologizante, sino que dé elementos para tomar decisiones en comunidad y resolver problemas sociales, escolares, del estado”.
A la fecha se prevé que los grupos ultra conservadores ataquen este nuevo paradigma debido a que se incluye la igualdad de género y los derechos humanos de las poblaciones LGBT.
Fundamentos científicos y teóricos
Los cambios en la política educativa no son nuevos, explicó la maestra, quien cuenta con 34 años al servicio de la educación, ya que en 1993 se hizo un cambio curricular a fin de instalar la corriente psicológica pedagógica denominada constructivismo, que establece que las niñas y los niños construyan su conocimiento de una forma más abierta y libre.
Una situación nada nueva para el nivel de preescolar porque desde los 80 vienen trabajando con las ideas de Piaget.
Para el 2012, con Enrique Peña Nieto y su reforma educativa, acompañada de la laboral, se cambia por completo el paradigma y se instala el positivismo, dando énfasis a tintes conductuales, por ejemplo se contaban las palabras que los niños podían leer en un minuto sin importar la comprensión. Todo ello atendiendo los llamados de la OCDE, donde incluso se le dio cabida a cualquier profesionista para impartir clases, sin importar que no fueran normalistas, ya que lo que importaba era que supieran el objeto de conocimiento.
Ahora, la Nueva Escuela Mexicana borrará toda esa parte positivista, que a decir, de la maestra Hinojosa le hizo mucho daño a la educación, a las niñas y niños, como al profesorado, ello sustentado en los estudios del Instituto Nacional de Evaluación Educativa.
Esta reforma busca un cambio en la manera de ver el mundo, la vida y la educación, apunta hacia un paradigma socio crítico, no de pedagogías que se dictan desde Europa o Estados Unidos, sino volteando a ver a Latinoamérica y a las mismas experiencias mexicanas y las pedagogías de los pueblos originarios.
“A la gente le cuesta entender que estábamos muy bien colonizados por ideas extranjeras y ahora se trata de buscar fuentes más cercanas a nuestra forma de ser, de nuestra mexicanidad”, comentó.
Enfatizó que la construcción del conocimiento será desde la propia cultura, saberes e identidades, es decir, una decolonización del conocimiento, una forma que no es nueva que se ha experimentado en países de Latinoamérica pero también en Chiapas, Oaxaca y Michoacán. “Hay a quien no le conviene que las personas tengan un pensamiento crítico, porque implica ver a la sociedad con poder y como todos pueden participar en la matriz del poder”, dijo que esta nueva forma de educar a la sociedad no le conviene a quienes ejercen el poder de manera vergonzante.
Resaltó que no es una ocurrencia sino que tiene fundamentos y elementos científicos, teóricos, pedagógicos, sociológicos y epistemológicos que lo amparan.
“La situación ideológica de esta reforma es abrir conciencia, buscar que las personas comprendan el mundo que vivimos, como el materialismo y el consumismo están llevando a la sociedad a un precipicio”.
Aspecto curricular y pedagógico
En 1972 se tenían asignaturas y conocimiento más específico, se contaba con civismo, historia, biología, química; en la reforma de 1993 se comprimieron de tal manera que historia, civismo y geografía política se llamó Ciencias Sociales; la física, química y biología formaron Ciencias Naturales, lo que significó un cambio curricular para bien de las niñas y los niños, ya que se trabaja para que el conocimiento sea integrado.
Con la Nueva Escuela Mexicana se trata de establecer relaciones de explicaciones, causales todavía más amplias y se le llama campos formativos y serán cuatro, lo que desde el 93 se viene trabajando en preescolar.
Los campos formativos son ética, naturaleza y sociedad; de lo humano y lo cotidiano; saberes y pensamientos científicos; y el lenguaje donde se agrupa el dominio del español, el inglés y de las lenguas originarias.
Los conocimientos no desaparecen simplemente se transforman y se agrupan de una manera más amplia, “Son pánicos morales, que de pronto y ante cualquier cambio se presentan, es un nuevo plan de estudios”.
Se plantea que los alumnos de primero y segundo convivan a fin de que su zona de desarrollo crezca y aprendan mucho más. Que en los ciclos se completen los procesos de aprendizaje, por lo que las herramientas, problemáticas, y temáticas que se trabajan en tercero y cuarto son muy semejantes. El conocimiento se dará en una espiral para que entiendan mejor las cosas.
De esta manera se da paso a seis fases en educación básica: educación inicial, educación preescolar (1º, 2 ºy 3º), la fase tres será 1º y 2º de primaria; la fase 4 aglutina a 3º y 4º, la fase cinco a 5º y 6º; la fase seis educación secundaria (1º, 2º y 3º).
Ejes articuladores
En la Nueva Escuela Mexicana se contará con siete ejes articuladores donde se trabajará con el aspecto ético-valoral, con enfoques que deben estar en todos los campos normativos.
Entre los ejes articuladores está la inclusión y la diversidad de personas, procesos de discapacidad y su necesidad de aprendizaje diferente.
Estará el pensamiento crtico, es decir manejar los problemas sociales como una posibilidad de aprender y de cambiar el mundo.
Artes y experiencias estéticas porque están conscientes que hace falta educar la sensibilidad y la posibilidad de crear y de comunicarse a través del arte.
El eje articulador es vida saludable debido a que hay muchas problemáticas que se viven en la salud pública ante conductas que llevan a las personas a un consumo no saludable por mencionar la obesidad y la diabetes.
Otro eje es interculturalidad critica que tiene que ver con la necesidad de percibirse como un país multicultural sin impostar ninguna cultura que confluyen en una visión de horizontalidad.
El eje de la igualdad de género, que si bien desde 1993 había alguna mención en obligación a la firma de convenios y convenios con la CEDAW; en 2012 se aborda en el currículo, pero en esta nueva reforma se ve más la presencia.
Además en este eje se trabaja el enfoque de derechos humanos y se rescatan los derechos de la población LGBT, que había sido totalmente ignorada en la historia de la educación en México. “Ahora se van a nombrar explícitamente los derechos que las personas tienen, ya sabemos que va a ser atacado por grupos ultra conservadores, quienes ya desacreditan el modelo y difunden de manera “terrorista” conceptos e ideas erróneas, como que desde preescolar se les va a enseñar a masturbarse”.
Se prevé que en este rubro haya un poco de resistencia e incluso se emprendan campañas contra ella y la tergiversación de lo que realmente plantea la Nueva Escuela Mexicana que entrara en vigor a partir del próximo ciclo escolar.
Además ahora existe un co-diseño del profesorado, quienes a partir de contexto histórico, sociocultural, y económico, el que están viviendo en su escuela deben aportar y planear sus clases.
Del positivismo a incentivar el pensamiento socio crítico
De asignaturas a campos formativos:
-Ética, naturaleza y sociedad
-De lo humano y lo cotidiano
-Saberes y pensamientos científicos
-El lenguaje (español, inglés y lenguas originarias)
Siete ejes articuladores: inclusión, pensamiento crítico, artes y experiencias estéticas, vida saludable, interculturalidad crítica, igualdad de género y la apropiación de las culturas.