El obispo de la Diócesis de la Tarahumara, Juan Manuel González, calificó como una paz aparente, la que se está viviendo en la Sierra Tarahumara, pues cuando se aprecia que existe un ambiente de paz, aparecen brotes de violencia.
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En este sentido, expuso que aún se desconoce qué es exactamente lo que está ocurriendo y los motivos por los cuales se presentan esos repuntes de violencia, en medio de una calma derivada del aumento de la presencia de las autoridades.
“Es difícil hacer un termómetro en el sentido de que, si ha bajado o ha aumentado la violencia, sobre todo en la región serrana, pero ciertamente nosotros nos hemos dado cuenta a lo largo de estos últimos dos años, que hemos tenido una cierta paz, aunque no dejan de existir brotes de violencia”, subrayó.
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El clérigo dijo que se mantiene la esperanza en que con el trabajo, el esfuerzo y con la conciencia en general de los ciudadanos así como de las autoridades de todos los niveles de gobierno y de la iglesia, se pueda mantener la tranquilidad que han tenido los últimos años.
Juan Manuel González expuso que desde su perspectiva, la presencia de las corporaciones como la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, le ha generado a los ciudadanos un poco de tranquilidad.
“Es muy importante que las autoridades y las corporaciones sigan apoyando en la seguridad de las comunidades serranas así como de las carreteras que conectan a todas esas comunidades”, subrayo.
Agregó que es fundamental que toda la sociedad y las instituciones estén comprometidas por la paz de Chihuahua y del país en general, y que se haga valer el Estado de Derecho y la dignidad humana.