El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Néstor Armendáriz, pidió a los exfuncionarios que consideren que fueron víctimas de tortura, que se acerquen a esa institución para interponer la queja, ya que, por la gravedad del acto, no prescribe ni existe un plazo para interponer la queja.
“En relación a ello, tenemos una queja que se abrió de oficio, no se ha acercado ninguna persona que hubiera fungido como testigo protegido en la anterior administración y que hubiera señalado algún acto de tortura o maltrato físico”, explicó.
Destacó que con base en publicaciones periodísticas fue que se inició con la queja de oficio, misma que se encuentra actualmente en trámite.
Comentó que también se encuentra en trámite, la queja de un ex funcionario que sí afirma haber recibido tratos indignos e inhumanos al momento de su detención y en tiempos posteriores, pero no es en relación a los llamados testigos protegidos.
El ombudsman resaltó que uno de los problemas es que existe una gran dificultad para acreditar la tortura cometida en perjuicio de personas que no se acercan a la CEDH y que no han expuesto su versión, lo que significa que no es posible realizar una valoración médica o psicológica que permita recabar todos los indicios.
“Reiteró el llamado para que, si alguna persona adicional a las que ya se presentaron, considera que fue víctima de un acto de esta naturaleza, que se acerque con nosotros para poder estar en la actitud de poderle dar el trámite correspondiente”, explicó.
Néstor Armendáriz, resaltó que la tortura es un delito que no prescribe y se persigue de oficio, pues se trata de un acto grave en el cual no existe plazo para interponer la queja correspondiente, por lo que todavía pueden acercarse las personas afectadas.