La violencia está generalizada en el estado. Las balaceras, toques de queda, homicidios y desapariciones van a la alza, afirmó Gabino Gómez Escárcega, activista del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres.
“Pareciera que hay una venganza contra las mujeres”, señaló el activista, luego de la jornada violenta que se vivió en la capital, la cual no fue exclusiva de acciones por parte del crimen organizado, ya que en Madera unos docentes quedaron atrapados en medio de un enfrentamiento; en El Vergel las balaceras no cesan y en San Juanito hubo toque de queda y suspensión de clases ante amenazas de grupos criminales.
En la capital, fueron cinco mujeres asesinadas en pocas horas, el activista señaló que la protesta del 8 de marzo fue criminalizada, pero reconoció que no se atiende la seguridad: “como puede uno reclamarles a las mujeres que no hagan esto o lo otro, si tampoco disminuye ni se atiende eficazmente la violencia contra ellas”.
La organización recibió la solicitud de ayuda por parte de maestros y maestras que se encontraban atrapados en medio de un cruento enfrentamiento en la Escuela de Mineral de Dolores, en el municipio de Madera.
Los docentes pidieron el auxilio a fin de ser rescatados dado que los enfrentamientos a balazos no cesan. Un comando de la Secretaría de la Defensa Nacional se encargó de movilizarse para resguardarlos y ya por la tarde lograron sacarlos de la zona.
En el municipio de Balleza, justo en la comunidad de El Vergel también se reportaron varias balaceras, lo cual tiene a los pobladores asolados.
“Hay una generalización de la violencia, prácticamente en todo el estado, es preocupante y existe la necesidad que las autoridades realmente puedan coordinarse para unir esfuerzos para el combate de lo que está sucediendo”.
Señaló que es necesario que la sociedad se pronuncie y exigir la coordinación, que la autoridad haga esfuerzos y dejar los protagonismos para asumir la tarea que les corresponde.
Por otro lado, pobladores de San Juanito en el municipio de Bocoyna vivieron un toque de queda debido a las diversas amenazas que hicieron a la población los grupos criminales. A los padres de familia se les avisó sobre la suspensión de clases desde el jueves a causa de los enfrentamientos y retenes de los criminales.
Los pobladores decidieron acatar la instrucción, por lo que se suspendieron clases, cerraron negocios y el pueblo se paralizó ante el temor de ser víctimas de la delincuencia
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